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Si te cansaste de que el delicioso aroma de tu cena de pescado se convierta en un invitado no deseado en tu cocina, aquí aprenderás cómo prevenirlo, usarlo a tu favor o (si el daño ya está hecho) corregirlo.
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Por: Equipo de redacción
El pescado es un alimento nutritivo y versátil, pero su olor persistente puede arruinar la experiencia culinaria. Afortunadamente, existen métodos caseros efectivos para neutralizar estos aromas sin necesidad de productos químicos. A continuación, te revelamos los mejores consejos para mantener tu cocina fresca.
El olor característico del pescado se debe a la presencia de trimetilamina (TMA), un compuesto químico que se libera cuando el pescado se expone al aire. Este compuesto activa receptores sensibles en nuestra nariz, que hacen que lo asociemos con descomposición.
La frescura del pescado también influye. Un pescado fresco huele menos porque contiene menos TMA. Por eso, elegir productos de calidad y almacenarlos correctamente es clave para minimizar el problema.
No todos los pescados huelen igual. Los pescados de agua dulce, como la trucha, o los anádromos, como el salmón, tienden a ser menos odoríferos que los de agua salada. Evita los pescados bentónicos, como el bagre, que pueden tener un aroma a lodo.
Si prefieres mariscos, opta por opciones frescas y de proveedores confiables. La cadena de suministro corta garantiza menor tiempo de almacenamiento y, por ende, menos olor.
Antes de cocinar, enjuaga el pescado con agua fría para eliminar parte de la TMA superficial. Un remojo en leche durante 20 minutos también ayuda, ya que la caseína de la leche absorbe los compuestos odoríferos.
Frota el pescado con jugo de limón, vinagre o cualquier ácido suave. Estos ingredientes neutralizan los olores al convertir las aminas en sales no volátiles, con lo cual se reduce el impacto en el ambiente.
Cocina el pescado envuelto en papel aluminio o pergamino para sellar los aromas. Esta técnica no solo contiene el olor, sino que también intensifica los sabores al cocinarse en sus jugos.
Otra opción es sumergir el pescado en leche o caldo. El líquido atrapa la TMA y evita que se disperse. Usa la campana extractora o cocina al aire libre para mejores resultados.
El vinagre es un desodorizante natural. Hierve una mezcla de una parte de vinagre blanco y tres partes de agua durante 10-15 minutos. El vapor ácido neutraliza los olores sin dejar residuos químicos.
También puedes colocar un bowl con vinagre en la cocina durante la noche. Aunque inicialmente huele a vinagre, este aroma se disipa rápidamente, y con él se va el olor a pescado.
Hierve cáscaras de limón, naranja o lima en agua para crear un ambientador natural. El ácido cítrico y los aceites esenciales de las cáscaras combaten los olores persistentes con un aroma fresco.
Otra opción es colocar rodajas de cítricos en el horno a temperatura baja. Esto es ideal si cocinaste pescado al horno y quedaron residuos odoríferos.
Los granos de café molido absorben olores eficazmente. Coloca un recipiente con café recién molido en la cocina o cerca de donde cocinaste. El café actuará como un filtro natural.
También puedes usar cunchos de café usados, aunque su efecto es menos potente. Asegúrate de renovarlos cada 12 horas para mejores resultados.
Lava los platos, utensilios y superficies con una mezcla de vinagre y jugo de limón inmediatamente después de comer. Esto evita que los olores se impregnen en textiles o plásticos.
Desecha los restos de pescado en una bolsa sellada y *saca la basura de inmediato. Los residuos orgánicos son la principal fuente de olores persistentes.
Lava los trapos de cocina y paños usados durante la preparación. Las fibras retienen olores más que otros materiales. Usa detergente con bicarbonato para mayor efectividad.
Si prefieres aromatizantes, hierve especias como canela, clavo o jengibre. Estas infusiones aportan calidez y frescura al ambiente sin enmascarar los olores.
Prepara un postre horneado después de cocinar pescado. El aroma a galletas, pastel o pan neutralizará cualquier residual. Además, tendrás un dulce extra.
Para eliminar olores de las manos, frótalas con pasta dental o jugo de limón. El bicarbonato presente en la pasta y la acidez del limón descomponen las moléculas odoríferas.
El olor a pescado no tiene que ser un problema con estos trucos caseros. Desde la selección del pescado hasta la limpieza post-cocina, cada paso marca la diferencia. Prueba estos métodos y disfruta de tus platillos favoritos sin preocupaciones.