Colombia
¿Te cuesta dormir en paz? Descubre cómo una puede regalarte descanso y calma.
Publicado:
Por: María Paula Vargas Rodríguez
Creativa Digital
La Biblia nos enseña que Dios cuida de nosotros incluso mientras dormimos. En Salmos 4:8, David declara con confianza: “En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.” Esta promesa nos recuerda que no estamos solos cuando cae la noche. Nuestro Padre celestial vela por nosotros.
La oración nocturna es una oportunidad para cerrar el día con gratitud, entregar nuestras cargas y renovar la fe. Más que una rutina, es un acto de confianza y rendición.
Para dar gracias a Dios por el día vivido En 1 Tesalonicenses 5:18 se nos instruye: “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios con ustedes en Cristo Jesús.” Aun cuando el día haya traído desafíos, siempre hay algo por lo cual agradecer.
Para entregar nuestras preocupaciones 1 Pedro 5:7 nos anima: “Echando toda vuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de ustedes.” Dormir con el corazón lleno de inquietudes puede robarnos la paz. Pero al entregarlas en oración, dejamos que sea Dios quien las lleve.
Para recibir paz y protección Jesús dijo en Juan 14:27: “La paz les dejo, mi paz les doy; yo no se las doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.” Esa paz sobrenatural está disponible cada noche para quienes confían en Él.
Señor amado, gracias por este día que termina. Hoy pude ver tu mano en lo pequeño y en lo grande. Gracias por cuidarme, por sostenerme y por permitirme llegar hasta este momento. Reconozco que mi mente guarda preocupaciones, pero ahora decido entregártelas. Tú eres mi refugio y mi descanso. Me rindo ante tu voluntad, confiando en que tú tienes el control. Te pido que me llenes de tu paz. Que tus ángeles acampen a mi alrededor. Que mi sueño sea reparador, y que mi corazón repose en ti. Renueva mis fuerzas, Señor. Guía mis pensamientos hacia lo bueno, lo puro y lo amable. Líbrame de todo temor y ayúdame a despertar mañana con un corazón agradecido. En el nombre de Jesús, amén.
Dios no sólo es el Creador del universo, también es tu Padre amoroso. Él desea que descanses confiado, sabiendo que está contigo en cada momento, incluso en el silencio de la noche. Que tu oración nocturna se convierta en un hábito que alimente tu fe y te brinde la paz que solo el Señor puede dar.
Como dice Isaías 26:3
Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.
Que cada noche sea una oportunidad para descansar en Su promesa.