Colombia
A solo tres horas de la capital, Guaduas conserva la historia, cultura y naturaleza que la convirtieron en Patrimonio Cultural de la Nación.
Publicado:
Por: Michele Odarba
Creativo Digital
A tres horas de Bogotá, en medio de montañas cubiertas de niebla y caminos que huelen a historia, se levanta Guaduas, un pueblo donde cada calle parece contar un secreto del pasado. Su aire colonial, sus tejados rojizos y la fuerza de su legado lo convirtieron oficialmente en Patrimonio Cultural de la Nación, pero mucho antes de cualquier reconocimiento oficial, ya era un tesoro para quienes conocen sus raíces.
En Guaduas nació Policarpa Salavarrieta, la heroína que desafió al imperio español con inteligencia, osadía y convicción. “La Pola no solo es un símbolo, es una lección de coraje que sigue viva en cada rincón de este pueblo”, dice una guía del museo que hoy ocupa su casa natal.
Te puede interesar: El paraíso natural escondido a pocas horas de Medellín que debería visitar
Caminar por ese espacio es viajar en el tiempo. Entre muebles antiguos y documentos que relatan sus hazañas como espía patriota, uno comprende por qué fue ejecutada a tan solo 22 años: su valentía representaba una amenaza para quienes querían apagar el grito de libertad.
Guaduas no solo honra a sus héroes. También es cuna de ciencia. A finales del siglo XVIII, la Real Expedición Botánica, dirigida por José Celestino Mutis, eligió esta tierra para estudiar su exuberante flora. Aquí se adaptó el níspero, traído desde las Antillas, y floreció el interés por la botánica en el virreinato.
Más allá del museo de “La Pola”, se encuentran otros lugares cargados de historia, como la Casa del Virrey Ezpeleta o el Convento de La Soledad, construido en 1610 y hoy sede de la Alcaldía. “Este pueblo fue clave en la ruta que unía el centro del país con el río Magdalena. Era una parada obligada”, cuenta un historiador local mientras señala el empedrado del Camino Real, que aún se puede recorrer a pie.
Te puede interesar: Estos son los elementos que no puede llevar en su maleta para un viaje internacional
Guaduas no solo conserva el pasado, también ofrece una experiencia sensorial completa. Desde el Mirador Piedra Capira, el paisaje se abre como una pintura majestuosa: el río Magdalena serpentea al fondo, y si el día está claro, se alcanzan a ver los nevados del Ruiz y el Tolima.
Su gastronomía, con platos como el tradicional fiambre envuelto en hoja de plátano, invita al paladar a quedarse. Y si se visita en las fechas indicadas, el viaje se convierte en fiesta: en enero se celebra el natalicio de “La Pola”, en Semana Santa las calles se llenan de fervor religioso, en julio suena el Baile de Cintureras, y en septiembre, la Feria Ganadera y Equina muestra el alma trabajadora de sus habitantes.
Guaduas es más que un destino turístico cerca de Bogotá. Es un lugar donde la historia se siente viva, donde las piedras hablan y donde los valores de lucha, conocimiento y resistencia siguen inspirando a nuevas generaciones.
Te puede interesar: Las características que debes evitar al comprar una lavadora para que no se dañe rápido
Quizá por eso, al salir del museo de “La Pola”, una visitante exclama: “No sabía cuánto necesitábamos recordar a esta mujer”. Y tiene razón. Guaduas no solo guarda la memoria de una heroína, sino la esencia de un país que aprendió a no rendirse.