Colombia
Un grupo de biotecnólogos pudo recrear las características genéticas de un animal que dejó de existir. Ahora buscan lograrlo con los mamuts.
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Por: Equipo de redacción
La ciencia ha dado un paso histórico al devolver a la vida al lobo terrible (Canis dirus), una especie extinta hace 10.000 años. Gracias al trabajo de la empresa de biotecnología Colossal Biosciences, hoy podemos conocer a Romulus, Remus y Khaleesi, los primeros lobos terribles clonados mediante ingeniería genética.
Este logro no solo revive una especie perdida, sino que abre las puertas a la conservación de especies en peligro y a todas las discusiones éticas tras ella.
Según fue reportado el 7 de abril en la revista Time, Colossal Biosciences —fundada en 2021— utilizó ADN antiguo extraído de restos fósiles para descifrar el genoma del lobo terrible. A partir de muestras de un diente de 13.000 años y un hueso de oído de 72.000 años, los científicos lograron editar 14 genes del lobo gris común para convertirlo en su ancestro extinto.
El proceso incluyó la clonación mediante células progenitoras endoteliales (EPC) de la sangre de un lobo gris; se aseguraron de evitar métodos invasivos. Los embriones modificados se implantaron en perras nodrizas y dieron vida a los primeros lobos terribles en milenios.
Romulus y Remus, de seis meses, ya miden 1,2 metros y pesan 36 kg; sus dimensiones ya superan las de cualquier lobo moderno. A diferencia de los perros, estos lobos mantienen un comportamiento salvaje, evitan el contacto humano y muestran instintos de caza desde temprana edad.
Su hermana Khaleesi, de dos meses, completa la primera camada de lobos terribles. Los tres viven en una reserva ecológica secreta en Estados Unidos, donde son monitoreados por veterinarios las 24 horas. Su dieta incluye carne de venado, caballo y suplementos nutricionales, alimentos similares a los que comerían en la naturaleza.
Este avance no solo revive especies extintas, sino que ayuda a proteger animales en peligro. Colossal ya ha clonado cuatro lobos rojos —una especie al borde de la extinción— mediante "alelos fantasma" (genes ocultos en poblaciones de coyotes).
Además, la misma tecnología podría salvar al quoll norteño, un marsupial australiano amenazado por los sapos de caña. Una simple edición genética podría hacerlo resistente al veneno de estos anfibios; esto demostraría el potencial de la ingeniería genética en la conservación.
Algunos científicos advierten sobre riesgos imprevistos, como efectos secundarios en genes modificados o la posibilidad de que especies revividas se vuelvan invasoras. La clonación también tiene altas tasas de fallos, como defectos en órganos o envejecimiento prematuro.
Además, cuestiones éticas rodean la vida en cautiverio de estos animales. Los lobos terribles, por ejemplo, necesitan grandes territorios para cazar, algo imposible en reservas limitadas. ¿Se debe revivir especies sin garantizarles una vida salvaje, como la que tendrían en su era?
El regreso del lobo terrible marca un antes y después en la ciencia. Aunque quedan desafíos, este logro acerca la posibilidad de recuperar especies como el mamut lanudo o el tigre de Tasmania. La pregunta ahora es: ¿qué animal te gustaría revivir si fuera posible?