Colombia
Las autoridades insisten en la importancia de supervisar a menores y limitar su acceso a cables o adornos eléctricos para evitar tragedias.
Publicado:
Por: Juan Manuel Arias Montenegro
Creativo Digital
La escena es familiar para millones de familias en Colombia: el brillo de las velas el 7 de diciembre ilumina balcones y ventanas, el árbol centellea y los niños corren entusiasmados alrededor de los pesebres.
Sin embargo, detrás de la magia de las tradiciones navideñas y el colorido de las decoraciones, también existen peligros que pueden amenazar la seguridad del hogar, sobre todo cuando hay menores presentes.
El incremento de accidentes domésticos por velas, luces defectuosas o instalaciones eléctricas inadecuadas marca cada diciembre la urgencia de adoptar medidas de prevención, según reportes de la Defensa Civil y los cuerpos de bomberos del país.
El uso generalizado de guirnaldas y extensiones eléctricas incrementa el riesgo de cortocircuitos e incendios, pero antes de instalar cualquier elemento luminoso, los especialistas de la Defensa Civil aconsejan revisar que los cables no presenten peladuras, uniones expuestas o bombillos rotos.
Debe tener en cuenta que solo las luces certificadas y de buena calidad pueden evitar sobrecalentamientos, lo que se ha convertido en una de las principales recomendaciones este año.
La sobrecarga de enchufes multiplica las probabilidades de incidentes, por lo que lo ideal es usar multitomas con supresores de picos y polo a tierra; además, apagar todas las decoraciones eléctricas antes de salir de casa o ir a dormir es un hábito fundamental para mantener el hogar seguro.
La noche de las velitas es una de las fechas más emblemáticas para los niños en Colombia; sin embargo, entidades como los bomberos advierten que una vela mal ubicada o sin supervisión puede desatar una tragedia en segundos.
Por lo que las recomendaciones incluyen elegir portavelas estables, alejados de textiles, madera o papel, y preferir superficies resistentes al calor.
Nunca debe dejarse una vela encendida en una habitación vacía ni cerca de niños o mascotas; además, resulta clave recortar la mecha antes de encenderla, lo que permite un control más seguro de la llama.
Para quienes desean minimizar riesgos, las velas LED representan una alternativa segura que mantiene el ambiente festivo sin preocupaciones.
Las zonas con decoraciones eléctricas, pesebres o árboles deben delimitarse para que los menores no puedan acceder a cables o adornos delicados.
Los expertos sugieren establecer barreras de seguridad alrededor de áreas peligrosas y fomentar una cultura de prevención enseñando a los niños por qué deben evitar tocar luces, velas o enchufes.
Tener a la mano un kit de primeros auxilios y al menos un extintor operativo es otra medida preventiva recomendada por los bomberos y la Defensa Civil.
El fuego se propaga a gran velocidad y una tragedia puede suceder en menos de 30 segundos, dado que una llama puede transformarse en un incendio capaz de envolver estancias enteras en minutos.
El calor y el humo resultan letales, ya que temperaturas superiores a los 300℃, pueden provocar asfixia o quemaduras severas en muy poco tiempo.
Por tal motivo, las entidades de emergencia recomiendan instalar detectores de humo en cada nivel de la vivienda, revisar periódicamente su funcionamiento y reemplazar las baterías dos veces al año, salvo que empleen modelos de litio de larga duración.
Expertos sugieren mantener siempre libres las rutas de evacuación y practicar planes de escape con la familia dos veces al año.
Dormir con las puertas cerradas y mantener los materiales inflamables lejos de fuentes de calor también forma parte de las recomendaciones.