Colombia
Una calle empinada, colchonetas y mucho jabón bastaron para que este pueblo de Norte de Santander conquistara titulares en numerosos países. Hablamos del fenómeno que atrae viajeros en busca de adrenalina y autenticidad.
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Por: Equipo de Redacción
Redacción Digital
Un municipio de Norte de Santander se volvió tendencia global gracias a una innovadora atracción turística: un tobogán callejero de 200 metros.
Esta iniciativa, creada con participación comunitaria, atrajo a más de 800 visitantes en su última edición y fue reseñada por diversos medios internacionales.
El proyecto nació como una propuesta ciudadana durante la campaña política del alcalde actual, Óscar Pérez. Los habitantes de Bucarasica, un pueblo de no más de 5.000 residentes, buscaban una alternativa para dinamizar la economía local y ofrecer entretenimiento en una región con pocas opciones recreativas.
La alcaldía adoptó la idea y la convirtió en un evento frecuente, que anuncia con bombos y platillos. El tobogán se construye en una calle empinada del casco urbano. Se cubre con colchonetas, plásticos, amortiguadores para los costados y una mezcla de agua con jabón, para garantizar deslizamientos rápidos, emocionantes y seguros. La actividad se complementa con ferias artesanales, mercado campesino y shows musicales.
Medios como Mega Noticias (Chile), el canal 7 de Queensland (Australia) y Huffington Post destacaron la originalidad del evento, que ha sido descrito como una muestra de resiliencia y creatividad en una zona históricamente afectada por el conflicto armado, como lo es el Catatumbo. Las imágenes de familias deslizándose en grupo se viralizaron en redes sociales.
El reconocimiento internacional ha posicionado a Bucarasica como un destino de turismo experiencial. La alcaldía anunció que repetirá el evento con mayor frecuencia para aprovechar la temporada vacacional.
Los comerciantes locales reportaron un incremento del 300% en ventas durante el evento; eso ha incentivado a los pobladores a ahorrar y reinvertir en sus productos. La actividad también generó empleos temporales en logística y gastronomía.
Para los jóvenes, el tobogán se ha convertido en un símbolo de identidad, separada del eterno conflicto en el que han crecido a la fuerza.
Bucarasica demostró que las ideas simples pueden transformar realidades. Lo que empezó como una actividad lúdica hoy es un caso de éxito en turismo comunitario. El municipio espera superar los 1.500 visitantes en 2025 y consolidarse como referente de innovación social en Colombia.