Colombia
En medio de la conmoción por el atentado, una faceta poco conocida del senador emerge: su profunda conexión con la música y el instrumento que lo acompaña en momentos clave.
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Por: Equipo de Redacción
Redacción Digital
El senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay enfrenta un momento crítico tras el atentado del que fue víctima el 7 de junio de 2025 en Bogotá. Mientras su estado de salud sigue siendo crítico, muchos recuerdan una de sus facetas menos conocidas: su habilidad con el acordeón y su amor por el vallenato, un legado que heredó de su familia y que ha cultivado con dedicación.
Figuras como el Mono Zabaleta han compartido momentos en los que Uribe demostró su talento musical, incluso acompañándolo en tarima.
Miguel Uribe aprendió a tocar el acordeón de manera autodidacta, inspirado por artistas como el compositor y acordeonero Omar Geles. Su esposa, María Claudia Tarazona, le regaló un acordeón de cinco letras, instrumento que hoy es parte fundamental de su vida. "Dedico tiempo a practicar con las canciones de Omar Geles. Tarde lo conocí es una de mis favoritas", declaró en una entrevista.
Su conexión con la música viene desde la infancia. Tras la muerte de su madre, su padre lo acercó al piano y luego a la guitarra, con lo cual nació en él una pasión que se extendió al vallenato. Este género se convirtió en un acompañante constante, incluso durante su carrera política.
Artistas como Carlos Vives y el Mono Zabaleta han sido testigos de su recorrido musical. Uribe ha tocado con ellos en eventos privados y familiares, donde el acordeón siempre está presente. Su interpretación de 'Alicia adorada', junto a Zabaleta, es un ejemplo de su talento.
Silvestre Dangond, el Mono Zabaleta, Peter Manjarrés, Iván Villazón y Carlos Vives han expresado su solidaridad con Uribe, quien todavía permanece en la Fundación Santa Fe de Bogotá. Dangond escribió: "Acompañamos a Miguel y su familia en este momento difícil". Vives, por su parte, pidió por su recuperación: "Oramos por la vida de Miguel. Dios lo proteja".
Estos mensajes reflejan el rechazo del mundo vallenato a la violencia. Manjarrés y Villazón también se unieron al llamado por la paz y destacaron la necesidad de proteger la vida en un país marcado por conflictos.
Miguel Uribe Turbay encuentra en el acordeón y el vallenato un escape y una herencia familiar. Mientras lucha por su vida, el apoyo de artistas y ciudadanos resalta no solo su faceta musical, sino la esperanza de un país que rechaza la violencia. Su historia es un recordatorio de cómo el arte puede ser consuelo y resistencia.