Colombia
Conflicto legal por la marca Frisby persiste. España asegura derechos desde 2004, mientras Colombia moviliza apoyo y debe demostrar uso en UE antes del 17 de julio.
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Creativo Digital
Frisby, la reconocida cadena colombiana de pollo frito, enfrenta un conflicto legal que ha captado la atención del país. El debate gira en torno a los derechos de uso de la marca en Europa, en medio de una disputa con una empresa registrada en España.
La controversia comenzó cuando Frisby Colombia denunció públicamente que una empresa española estaba utilizando su nombre sin autorización. Esta empresa, llamada Frisby España SL, está registrada en Bilbao y asegura tener los derechos sobre la marca en la Unión Europea desde el año 2004.
Frisby Colombia aclaró que no tiene operaciones ni planes de expansión en Europa, pero expresó su preocupación por el uso no autorizado de su identidad empresarial.
Frisby España respondió asegurando que su uso de la marca es completamente legal, basado en su registro europeo. Además, afirmaron que las declaraciones desde Colombia responden a una campaña mediática que busca desacreditarlos.
Desde España también se argumentó que están cumpliendo con los requisitos de uso exigidos por las autoridades europeas, adaptando su identidad visual para operar conforme a la ley.
El caso ha generado una ola de apoyo dentro del país. Compañías del sector alimenticio como KFC, Buffalo Wings y Presto se han solidarizado con Frisby. Lo mismo han hecho empresas públicas como TransMilenio y el Metro de Medellín, así como reconocidas figuras del ámbito político y mediático.
Desde los medios de comunicación, Olímpica Stereo también se sumó a la causa con una campaña de respaldo, reforzando el vínculo emocional que Frisby ha cultivado con los colombianos durante décadas.
En redes sociales, el mensaje “nos damos a pollo” se ha viralizado, convirtiéndose en una expresión de apoyo a la marca nacional.
El punto crítico de este caso es la investigación que actualmente realiza la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO). Esta entidad debe determinar si Frisby Colombia ha hecho uso efectivo de su marca en territorio europeo. De no poder demostrarlo antes del 17 de julio de 2025, podría perder los derechos sobre la misma.
Expertos señalan que además de probar el uso, Colombia podría argumentar notoriedad de marca, competencia desleal o incluso mala fe por parte de la contraparte.
El representante de Frisby España ha declarado que su intención no fue usurpar la marca, sino crear una propuesta gastronómica inspirada en Colombia. Indicó que intentó establecer una negociación con Frisby Colombia, pero al no obtener respuesta, decidió continuar con su proyecto de manera independiente.
Frisby España ha suspendido temporalmente su modelo de franquicias mientras se resuelve el conflicto legal. También ha rediseñado su imagen gráfica, cambiando el color del logotipo y modificando la mascota, aunque conserva el nombre original.
Este caso representa un claro ejemplo de los retos de la propiedad intelectual a nivel internacional. No basta con registrar una marca: también es necesario usarla activamente en los territorios donde se busca protección legal.
La situación también resalta la importancia de anticiparse a los procesos de expansión internacional. El registro oportuno y el seguimiento constante pueden evitar que terceros se apropien de identidades corporativas consolidadas.
El litigio entre Frisby Colombia y Frisby España está lejos de resolverse. Mientras tanto, la fecha límite del 17 de julio marca un punto decisivo: si no se demuestra el uso efectivo en Europa, la marca podría quedar en manos españolas.
Lo que comenzó como una disputa legal se ha transformado en una causa nacional, donde el respaldo del público es fuerte, pero la solución dependerá del cumplimiento de los requisitos jurídicos.