Colombia
La vestimenta del nuevo papa no solo es un símbolo de tradición y mística, sino también una inversión. ¿Se justifica este costo elevado?
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Por: Equipo de redacción
La elección de un nuevo papa siempre viene acompañada de una imagen icónica: su primera aparición en la Plaza de San Pedro. Detrás de ese momento, hay un traje cargado de simbolismo y un costo monetario que pocos conocen.
Confeccionado por la sastrería Gammarelli, cada pieza tiene un precio y una historia.
El elemento menos costoso es el solideo blanco, es decir, la gorrita que se pone sobre la coronilla: esta tiene un valor de $387.000.
La sotana blanca, hecha a medida con 33 botones que representan los años de Jesús, tiene un coste de $2.902.000. La faja de seda, que se coloca sobre la cintura, suma otros $1.935.000 pesos. La cruz pectoral de oro cuesta $7.250.000.
Otras piezas clave incluyen la muceta roja, que simboliza autoridad y cuesta $5.805.000, y la estola bordada en oro, con un precio que supera los $12 millones de pesos. El anillo del Pescador, aunque no es de oro macizo, ronda los $14.500.000 pesos.
Sumando todas las prendas, el atuendo papal puede alcanzar entre $33 y 38 millones de pesos colombianos. El precio final depende de los materiales, como el armiño en la muceta o los detalles en bordados.
Sin embargo, es un costo que refleja siglos de tradición y artesanía. Además, aporta a la mística de un cargo tan importante dentro de la Iglesia.
El papa Francisco rompió con la tradición al optar por un estilo más austero. En su primera aparición, evitó la muceta de armiño y los zapatos rojos, con lo cual quiso marcar un tono de humildad y cercanía.
Esta decisión no solo redujo el coste de su vestimenta, sino que también envió un mensaje claro sobre su enfoque pastoral: sencillez y apertura con la gente.
El traje papal es mucho más que tela y adornos: es una representación de historia, fe y poder. Mientras algunos papas eligen la tradición, como el nuevo León XIV, otros, como Francisco, prefirieron la modestia.