

Colombia
Un ícono de la música colombiana compartió el micrófono con una de las figuras más sólidas de la nueva generación en un escenario lleno de simbolismo. Este fue el gesto que definió una noche memorable en la capital boyacense.
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Por: Valeria Pejendino
Creativa Digital
La música vallenata vivió un momento histórico en el escenario del Aguinaldo Boyacense, en Tunja. Carlos Vives, una de las figuras más importantes del género, compartió tarima con Rafa Pérez, artista que atraviesa un momento contundente en su carrera. En un gesto que marca un hito, Vives no solo invitó a Pérez a interpretar el clásico "Matilde Lina", sino que lo destacó públicamente como un digno y auténtico representante del vallenato, cerró así su presentación con un broche de oro que quedó grabado en la memoria del público.
El momento cumbre de la noche llegó cuando Carlos Vives llamó al escenario a Rafa Pérez. Juntos interpretaron "Matilde Lina", un clásico del vallenato que se convirtió en un puente musical entre dos generaciones. Este dueto improvisado fue más que una canción; representó un reconocimiento explícito de Vives hacia la trayectoria y autenticidad de Pérez, a quien presentó ante el público como un claro exponente del género.
El encuentro simbolizó una transmisión de relevos en el folclor colombiano. Un ícono global del vallenato moderno extendió la mano a una figura consolidada de la nueva guardia y validó su trabajo y su conexión con las raíces de la música de acordeón. El público de Tunja fue testigo de cómo una simple invitación se transformó en un homenaje espontáneo, cargado de significado para la escena musical.

Para Rafa Pérez, su participación en el Aguinaldo Boyacense fue la coronación de una intensa gira por el departamento, la cual incluyó presentaciones en Moniquirá, Samacá, Chiquinquirá, Socha y Garagoa. Su espectáculo en Tunja evidenció una propuesta artística de nivel internacional que integra tecnología y sonidos modernos sin perder la esencia de la composición vallenata. Pérez no es solo un artista en un gran momento; es un intérprete que construye su carrera con visión y respeto por el folclor.
La presentación tuvo un segmento especial dedicado a los compositores. El cantante compartió el escenario con Chiche Maestre, Deimer Marín, Yeyo Núñez y Rosendo Romero, bajo una ambientación que simulaba una fogata entre amigos con lámparas vintage y una atmósfera bohemia. Este montaje íntimo integró al público y creó la noche perfecta para cantar vallenatos, lo que demostró que su éxito se basa tanto en el espectáculo como en la autenticidad de las letras y melodías.
El dueto de "Matilde Lina" entre Carlos Vives y Rafa Pérez tiene un peso específico que trasciende el concierto. Este gesto público de Vives llega en un punto de gran impulso para Pérez, quien mantiene una agenda de más de 20 conciertos en diciembre, lo que confirma su vigencia y conexión nacional. El reconocimiento de un "peso pesado" de la música colombiana actúa como un sello de calidad para la carrera de cualquier artista.
Además, este encuentro alimenta la expectativa sobre el futuro movimiento de Rafa Pérez. Su frecuente compañía en el escenario con el rey vallenato Sergio Luis Rodríguez hace que los rumores sobre una posible inclusión en "Los Magníficos" tomen fuerza. De concretarse, esta sería la gran noticia musical para iniciar el 2026. El encuentro en Tunja no solo cerró un show; posiblemente abrió un nuevo y relevante capítulo en la evolución del vallenato contemporáneo.