Colombia
El fallecido artista merenguero tomó la decisión de presentarse una semana antes para poder viajar con su novia a Houston.
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Por: Erika Mesa Díaz
Creativa Digital
El mundo del merengue llora la partida de Rubby Pérez, ícono musical fallecido en el colapso de la discoteca Jet Set en Santo Domingo. Su hija, Zulinka Pérez, quien también fue su corista y confidente, compartió con el canal Telemundo un desgarrador testimonio sobre los últimos instantes del artista, quien no debía presentarse esa noche. Este es un relato de amor, pérdida y la fortaleza de una hija que lo vio todo.
Zulinka reveló que su padre tenía planeado viajar a Houston el 7 de abril para visitar a su novia. "Él dijo: 'voy a adelantar el viaje'. Yo le pregunté por qué, pero insistió. No era su show; el concierto programado era para el 14 de abril", relató.
Rubby incluso habló con su hija de su retiro: le mencionó "quiero tocar menos, estoy cansado". Esa semana, el artista pidió a Zulinka y a su esposo formar un grupo llamado "Los hijos de Rubby". "Él ya tenía con qué vivir y quería tranquilidad", explicó.
La ironía del destino lo llevó al escenario del Jet Set el 8 de abril, día en que colapsó su techo y se lo llevó a él, a su saxofonista y a otras 222 personas, según las cifras oficiales hasta el momento.
Antes del derrumbe, Zulinka tuvo un momento íntimo con Rubby. "Siempre le secaba el sudor; él decía que era su 'asistente de sudor'", relató. Esa noche, él la abrazó y le dijo: "Mira qué cinturita tienes", a lo que ella respondió: "Gracias a ti".
Pérez estaba junto a su padre interpretando "De color de rosa", tema que ella ahora canta en su honor. Rubby, acostumbrado a cantar con lentes oscuros y los ojos cerrados, estaba concentrado en su trabajo y no vio el techo desplomarse. "Cuando reaccionó, ya era tarde".
"Vi la viga caer sobre él. Esa imagen nunca se borrará", confesó. Su esposo también quedó atrapado por otra estructura, pero logró sobrevivir. "Papi me gritó: '¡Sal antes de que todo caiga!'". Entre escombros y gritos, Zulinka escapó, pero su padre y varios músicos, como el saxofonista Chican, no tuvieron la misma suerte.
Zulinka prometió mantener viva la música de Rubby. "Si existe el más allá, lo seguiré amando", dijo. A pesar del dolor, encontró fuerza en el apoyo de los fans y en la fe de que su padre la guía desde el cielo.
El presidente dominicano decretó tres días de duelo nacional. Mientras, las labores de rescate continúan, y el saxofonista Chican también es recordado. "Papi no murió en vano; su música sobrevivirá", concluyó Zulinka.