Colombia
En navidad destacan los juegos que llenan de risas y complicidad las reuniones familiares. Esta es una guía para entender y revivir esas tradiciones.
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Por: Equipo de Redacción
Redacción Digital
El espíritu de la Navidad en Colombia se caracteriza por su inicio temprano y su calidez familiar. Una de las tradiciones más arraigadas y alegres son los juegos de aguinaldos. Estas actividades, que se disfrutan principalmente entre el 16 y el 24 de diciembre, van más allá de un simple pasatiempo. Representan un ritual de unión, generosidad y celebración que ha pasado de generación en generación.
El término "aguinaldo" se refiere originalmente a un regalo o recompensa. En el contexto navideño, estos juegos se convierten en el método perfecto para intercambiar obsequios de una manera divertida y participativa. Su origen se remonta a antiguas dinámicas culturales vinculadas al solsticio de invierno, las cuales se fusionaron con las celebraciones cristianas y se enriquecieron en América.
Los aguinaldos son la esencia de la diversión navideña en Colombia. Estas tradiciones lúdicas convierten cualquier reunión en una experiencia memorable de complicidad y risas. Conocer sus reglas es el primer paso para revivir la magia de diciembre y crear momentos únicos en familia o con amigos.
La clave para disfrutarlos al máximo reside en el espíritu de juego limpio y la generosidad. A continuación, presentamos una lista con diez de los juegos más tradicionales y las instrucciones precisas para jugar cada uno de ellos correctamente.
Los participantes deben mantener una conversación sin pronunciar las palabras "sí" o "no". Un jugador hace preguntas trampa para que los demás caigan. Quien diga alguna de estas palabras pierde al instante y debe dar un regalo.
El objetivo es entregar un objeto a otro jugador, pero este no debe aceptarlo. Quien logre que alguien reciba el objeto grita "¡mis aguinaldos!". La persona que aceptó el objeto queda en deuda.
Todos los jugadores mantienen un objeto pequeño, como un fósforo o una paja, en la boca. No pueden hablar. En cualquier momento, un jugador puede gritar "¡pajita en boca!". Quien no tenga el objeto en su boca o hable, pierde y debe entregar un regalo.
Dos jugadores se enfrentan con sus pies juntos. El reto consiste en separar los pies del oponente o colocar un pie entre los suyos. Quien logre poner su pie entre los dos del contrincante grita "¡mis aguinaldos!" y gana la ronda.
Un jugador hace preguntas a los demás. El desafío para los respondedores es evitar contestar de forma directa. Quien responda una pregunta, pierde. El jugador que formuló la pregunta original reclama su aguinaldo al gritar "¡mis aguinaldos!".
Este juego es tradicional para la Nochebuena. Una persona esconde una figura pequeña del Niño Jesús en la casa. Los demás jugadores deben buscarla. Quien la encuentre primero gana el derecho a recibir un aguinaldo especial o un regalo adicional.
Organizar una jornada de aguinaldos requiere planificación para garantizar la diversión de todos. El primer paso es definir la lista de juegos que se jugarán y comunicar sus reglas con anticipación a los invitados. Se recomienda elegir espacios amplios en la casa, como la sala o el patio, y tener preparados pequeños obsequios o dulces que servirán como los "aguinaldos" durante los juegos.
Involucrar a los niños es crucial para mantener viva la tradición. Para ellos, se pueden adaptar juegos como "Tres Pies", donde el desafío es evitar que otro jugador ponga su pie entre los suyos, o "Esconder al Niño Dios", una búsqueda del tesoro navideña. La clave está en fomentar un ambiente de juego limpio y generosidad, donde el verdadero premio sea la risa compartida y la creación de recuerdos inolvidables en familia.
La anticipación es una parte fundamental de la Navidad en Colombia, y nadie lo captura mejor que la campaña de Olímpica Stereo, "Desde septiembre se siente que viene diciembre". Esta icónica frase, creada a mediados de los noventa por Miguel "Mike" Char, Rafael Páez y Andy Pérez en Barranquilla, trascendió su propósito original de promoción radial. Se convirtió en un símbolo nacional que anuncia oficialmente la llegada de la temporada de alegría, nostalgia y unión.
La campaña resonó profundamente con el sentir popular porque encapsula la emoción colectiva. No se trata solo de una cuña publicitaria; es el anuncio no oficial de que se avecinan los buñuelos, las novenas, la música parrandera y, por supuesto, los aguinaldos. Activó el comercio y conectó a los colombianos dentro y fuera del país con sus tradiciones, transformándose en una tradición por derecho propio que se renueva cada año.
Los aguinaldos son mucho más que juegos; son el hilo conductor de la alegría navideña colombiana. Representan una tradición que fomenta la unión familiar, la generosidad y la anticipación gozosa de la celebración. Revivir estas actividades es asegurar que la magia de diciembre perdure.