Colombia
Las costumbres de la época decembrina cobran vida a través de preparaciones familiares, desde entradas ligeras hasta postres clásicos.
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Por: Juan Manuel Arias Montenegro
Creativo Digital
La celebración de la Navidad en Colombia no solo gira en torno a las luces y la música, también a una costumbre central: reunirse en torno a la mesa para compartir preparaciones tradicionales, pues las familias encuentran en la cocina una oportunidad para mantener vivas sus costumbres, uniendo generaciones a través de platos emblemáticos.
Por tal motivo, Olímpica Stereo comparte diez recetas fáciles que permiten revivir los sabores navideños y fortalecer los lazos familiares en época decembrina.
El inicio de la comida suele estar marcado por opciones ligeras y vistosas. Por ejemplo, los rollitos de salmón y queso constituyen una de las alternativas más prácticas, por lo que se recomienda colocar lonchas de salmón ahumado sobre papel film, cubrirlas con una fina capa de queso crema y enrollar con la ayuda del mismo papel.
Tras un breve paso por el congelador, se cortan en rodajas y se colocan sobre galletas saladas, logrando un bocado sabroso y elegante.
Otra propuesta fresca corresponde a las cucharas de aguacate, que comienza con la combinación de aguacate picado y tomates cherry que se mezclan con el jugo de medio limón para conservar su color y sabor.
Una vez lista, la mezcla se sirve en cucharas de aperitivo y se decora con una anchoa enrollada, resaltando un contraste de texturas y un sabor intenso.
Los huevos rellenos de anchoas se preparan hirviendo los huevos, cortándolos por la mitad y mezclando sus yemas con mayonesa, pimientos del piquillo y anchoas picadas. Al rellenar nuevamente las claras y decorar con una aceituna, se obtiene una entrada sabrosa y reconocida.
Respecto a las preparaciones calientes, la crema de mariscos facilita un plato reconfortante. Los langostinos se pelan y sus cáscaras y cabezas se utilizan para obtener un caldo tras saltarlas en la sartén y flamberlas con brandy.
Luego se sofríen verduras, se incorpora vino blanco, el caldo de langostinos y se tritura la mezcla. El resultado es una crema suave, que se presenta con un langostino cocido sobre la superficie.
El solomillo Wellington en porciones individuales representa uno de los platillos principales más vistosos, pues se requiere sofreír cebolla, ajo y champiñones picados hasta eliminar toda su humedad.
A esta mezcla se añade hígado y se reserva hasta enfriar, luego el solomillo se envuelve en una capa de espinacas y la mezcla de champiñones, todo dentro de una lámina de hojaldre, se hornea a 200°C hasta que la cobertura está dorada.
Por su parte, el rape al horno acompañado de patatas ofrece una alternativa de pescado. Las patatas y la cebolla se cortan en láminas y se hornean con aceite, ajo y vino blanco; al avanzar la cocción, se incorpora el hígado sobre la base y se completa el horneado hasta alcanzar el punto justo y tierno del pescado.
El cierre del menú se acompaña con postres clásicos, entre los que se encuentran el pastel de Navidad que se prepara batiendo huevos y azúcar, añadiendo harina y cacao y distribuyendo la mezcla en dos moldes.
Tras hornear, se preparan un almíbar y una crema de chocolate blanco como relleno, el bizcocho se corta, se empapa en almíbar y se rellena antes de decorar con azúcar glass y estrellas de chocolate.
Otra opción para el cierre es la tarta de queso al horno en la que se utiliza una base de galletas trituradas con mantequilla, sobre la que se vierte una mezcla batida de huevos, azúcar, harina, nata y queso crema. La cocción se realiza en horno por 40 a 50 minutos y se sirve fría para lograr una textura cremosa.
Las bebidas también adquieren protagonismo en las celebraciones. El sorbete de limón al cava resulta refrescante: se integra en un bol cava, helado de sorbete de limón y nata líquida, y se bate hasta obtener una mezcla cremosa, que se sirve en copas y se decora con hojas de menta.
Para quienes prefieren preparaciones calientes, el vino tinto especiado consiste en calentar vino con cáscaras de limón, naranja, especias y azúcar. Tras media hora de cocción a fuego medio, se cuela y se ofrece caliente para acompañar los encuentros nocturnos.