Colombia
En entrevista con "Temprano es más bacano", el exministro del Interior impulsó su aspiración presidencial con eje en la mano dura contra la criminalidad.
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Por: Juan Manuel Arias Montenegro
Creativo Digital
Mientras avanza la precampaña para las elecciones presidenciales de 2026 en Colombia, Daniel Palacios se consolida como una de las figuras emergentes en la arena política.
Reconocido por su paso como ministro del Interior, viceministro de Relaciones Políticas, presidente del Concejo de Bogotá, asesor del Comando del Ejército Nacional y su activa presencia en temas legislativos, Palacios expone su propuesta bajo el lema “Rescatemos a Colombia” y reclama un enfoque frontal contra el crimen.
Por tal motivo, en entrevista para Temprano es más bacano, Palacios mostró los puntos centrales de su plan de gobierno, especialmente orientados a la seguridad, el fortalecimiento institucional y la defensa del ciudadano honesto.
Durante la entrevista se le preguntó sobre su identidad y su conexión con el Ejército Nacional, un tema que Palacios aclaró ale explicar rango de teniente de la reserva y explicó la razón detrás del color verde militar que caracteriza su campaña.
De acuerdo con el precandidato, se trata de un homenaje a la labor de hombres y mujeres de la Fuerza Pública, quienes considera que han sido olvidados, en contraste con lo que describe como una tendencia reciente a exaltar a delincuentes desde altos cargos.
“El color de mi campaña es un homenaje a la Fuerza Pública, que todos los días trabaja para brindar tranquilidad, hay quienes suben a bandidos a una tarima y dejan olvidados a quienes realmente cuidan al país”, expresó Palacios.
Consultado sobre sus propuestas en materia de seguridad, una de las principales preocupaciones de la ciudadanía, Palacios se mostró crítico frente a lo que considera impunidad y privilegios para delincuentes en el contexto actual.
“Estamos cansados de ver que al criminal se le dan privilegios y beneficios, mientras al ciudadano honesto lo abandonan, hay que decidir si seguimos siendo un país que da privilegios al delincuente o uno donde se castigue y defienda al trabajador”, afirmó.
Dentro de su propuesta destacó una “consulta contra el crimen”, un mecanismo que busca dotar de mayores herramientas a la Fuerza Pública y a las autoridades, y endurecer las penas para los delincuentes reincidentes.
En este punto, Palacios fue enfático sobre el hecho de que la ley debe aplicarse, en su visión, con rigurosidad y justicia: “La frustración de los colombianos es ver que el delincuente es capturado y a las pocas horas está libre. Debemos garantizar castigo efectivo y que el reincidente reciba sanciones más severas”.
Aseguró que cerca de 170 mil personas fuera de la ley mantienen en zozobra a más de 50 millones de colombianos, por lo que su apuesta es arremeter judicialmente contra ese núcleo y distingue entre críticas sin acciones concretas y políticas de resultados medibles: “Muchos hablan, pocos hacen. La ciudadanía está agotada de discursos y quiere resultados”.
Sobre la polémica del porte de armas legal, Palacios reiteró su posición favorable a los derechos de quienes adquieren armas respetando los requisitos legales.
Considera que las políticas de restricción de porte se enfocan en ciudadanos honestos y resultan ineficaces porque el grueso de delitos con armas se comete usando armamento ilegal.
“Siempre que hay un problema de seguridad, los gobiernos restringen el porte legal y el uso del parrillero en motos, pero el criminal no usa armas legales ni se disuade por estas medidas”, argumentó.
Mencionó que durante su gestión como Ministro del Interior promovió una reforma a la Ley de Seguridad Ciudadana, la cual establece una presunción de inocencia para quien, en defensa propia, actúe dentro de su hogar ante una amenaza: “Si un ciudadano se defiende en su casa, la carga de la prueba ya no recae sobre él, sino en la fiscalía”.
Al referirse a sus vínculos con expresidentes, Palacios reconoció a Álvaro Uribe como mentor y guía política desde su juventud.
Como miembro fundador del Centro Democrático y funcionario en distintos gobiernos, defiende la importancia de mantener una línea de coherencia y aprendizaje, aunque destacó que su proyecto busca ser independiente y presentar soluciones propias.
En ese sentido, reconoció las críticas sobre el tratamiento desigual ante la ley y el impacto de las reformas impulsadas por el actual gobierno, especialmente en materia de excarcelación masiva y supuestos privilegios a líderes criminales.
Palacios advirtió que iniciativas como la Ley de Sometimiento no responden a la búsqueda de justicia, sino a una negociación política que, a su juicio, profundiza la desconfianza ciudadana en el sistema judicial.
Otro eje de su programa gira en torno a sanciones más severas para delitos especialmente atroces, pues el caso de la cadena perpetua para violadores y asesinos de niños, iniciativa legislativa que impulsó como Ministro y que lamenta la Corte Constitucional haya revertido.
En su opinión, los crímenes de esta naturaleza deben recibir el máximo castigo legal, sin considerar la resocialización de los perpetradores: “Quien es capaz de violar o asesinar a un menor debe pasar su vida en prisión”.
Insiste en que existen dos modelos de país: uno que protege al ciudadano y castiga al delincuente, y otro que prioriza la protección y beneficios para quienes están fuera de la ley.
Palacios sostiene que su aspiración presidencial representa el primer modelo, que busca la recuperación de la seguridad y la confianza pública.
Finalmente, el precandidato compartió la diversidad de su origen familiar, con lazos costeños y bogotanos, pues relató su paso por Bogotá y Valledupar, así como la influencia de su familia, integrada por líderes políticos y defensores de la región Caribe.
Con este perfil, Daniel Palacios intenta presentarse como una nueva generación dispuesta a enfrentar el crimen, defender la legalidad y promover un Estado en el que, según afirma, “todos sean iguales ante la ley”.