Colombia
Orlando Molano, director del IDU, explicó en Temprano es Más Bacano que la remoción de escombros tras la implosión de los puentes reducirá drásticamente los tiempos de obra.
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Por: Juan Manuel Arias Montenegro
Creativo Digital
El 12 de octubre de 2025, en la intersección de la avenida de Las Américas con la calle 13 en Bogotá, la empresa Conconcreto ejecutó la primera implosión controlada de puentes vehiculares en la ciudad.
Este evento, que duró menos de 12 segundos, representó el inicio del ambicioso proyecto “La Nueva 13”, orientado a transformar la movilidad en el suroccidente de la capital.
Al respecto, en entrevista concedida a Temprano es Más Bacano, Orlando Molano, director del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), detalló que la preparación requirió más de seis meses de trabajo, con la participación de unas setecientas personas y de más de veinticinco entidades, entre las que figuraron el ejército, la policía, bomberos y organismos de emergencias.
La demolición implicó más de 4.550 perforaciones en los tableros y 35 columnas de los puentes, en los que se aplicó indugel, un gel industrial especialmente empleado para detonaciones controladas.
Molano explicó que la detonación había sido programada para las 10:00 a. m., pero se retrasó hasta las 10:45 a. m., debido a la presencia de observadores en terrazas no autorizadas y a la desconexión accidental de uno de los más de ciento treinta detonadores utilizados.
Por protocolos de seguridad, se debió reiniciar todo el procedimiento de alarmas antes de proceder: “La implosión como tal estaba prevista para cuatro segundos, doce segundos era, digamos, todo el recorrido. Así lo hicimos”, afirmó Molano.
El levantamiento de los escombros inició inmediatamente después de la implosión, pero, de acuerdo con Molano, la lluvia provocó algunos contratiempos en los accesos previstos para la evacuación de material, dificultando las labores durante el fin de semana.
Se estableció que el proceso de recogida y demolición manual y mecánica de placas llevará cerca de un mes y medio, un ahorro sustancial frente a los doce meses que habría requerido un método tradicional: *“Con esto nos ahorramos casi un año de obra, pasamos de doce meses, a un mes y medio”, comentó el funcionario.
El director del IDU precisó que la mayoría del concreto recuperado será reutilizado en las propias obras de la ciudad: “Todo este material que se está sacando, primero levantamos todo lo que fue pavimento, ya se llevó a las plantas, eso se va a reciclar, y todo ese material de concreto lo vamos a utilizar no solamente para las vías aledañas de las obras del instituto, también para la obra como tal, para los rellenos”*.
Durante el desarrollo de las obras, la calle 13 y la avenida de Las Américas se mantuvieron habilitadas casi en su totalidad.
Solo existió restricción parcial en un carril, pero se esperaba recuperar la normalidad vial la misma noche del día posterior a la implosión: “En este momento tenemos dos carriles habilitados, pero esperamos que esta tarde, digamos, en la noche, ya tengamos los tres carriles. Transmilenio y tanto Las Américas como la calle Trece funcionando”, confirmó Molano.
El plan “La Nueva 13” comprende la construcción de una glorieta elevada exclusiva para Transmilenio, de 100 metros de diámetro y 7.80 metros de altura, así como dos puentes que unirán los sentidos oriente-occidente y occidente-oriente sobre Las Américas.
Las obras empezarán con la instalación de piloteadoras en aproximadamente un mes, cuando se prevé iniciar el montaje de las columnas que soportarán los nuevos tableros de los puentes, y se estima habilitar parte de la estructura en 2027.
Molano destacó que el primer nivel del nuevo intercambiador vial será para tráfico mixto y una rotunda de más de 200 metros: “Lo que ha pedido el alcalde es que busquemos metodologías nuevas para acelerar las obras y en eso estamos”, concluyó el director del IDU.