Colombia
Cuando quieras revivir estos grandes momentos de la fiesta más importante de Bogotá, vuelve a este artículo y acompáñalo con un shot de Aguardiente Néctar o de Ron Santafé.
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Por: Equipo de Redacción
Redacción Digital
El domingo 10 de agosto, el escenario del Conciertazo en el marco del Festival de Verano, organizado por la Alcaldía de Bogotá y el Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD), vibró con las mejores canciones de cantina.
El público disfrutó de clásicos que celebraron el amor, el despecho y la fiesta, acompañados por los productos de la Empresa Licorera de Cundinamarca: el aguardiente Néctar y el ron Santafé. Estas fueron ocho canciones que dieron mucha sed.
Este clásico se convirtió en uno de los momentos más emotivos de la tarde. La letra narra la decisión de olvidar un amor no correspondido, usando el licor como aliado para superar el dolor. El estribillo "Sírvame una copa más" resonó en el Parque Simón Bolívar como un grito colectivo de liberación.
Los Hermanos Medina interpretaron con maestría esta canción que habla de celebrar el fin de un sufrimiento amoroso. El público coreó cada verso, especialmente aquel que dice "Siento que el licor es mi gran amigo que borra el dolor que viví contigo".
Jhon Álex Castaño llevó al escenario esta poderosa canción que reflexiona sobre las consecuencias del exceso. Con su voz llena de sentimiento, el artista plasmó el drama de perder el amor por culpa de los vicios, generando un momento de catarsis colectiva.
La letra "Por culpa del licor fue que te perdí" resonó profundamente entre los asistentes. El artista logró transmitir la amargura del arrepentimiento, pero también la determinación de cambiar, aunque el estribillo advierte sobre la dificultad de dejar el alcohol: "Una vez intenté dejar el licor pero terminamos y ahí fue donde volvió".
Pipe Bueno transformó el parque en una fiesta con este tema que celebra la rumba sin límites. La energía contagiosa de "Guaro" hizo que miles de personas bailaran al ritmo de sus versos, convirtiéndose en uno de los momentos más animados de la noche.
La canción, que menciona directamente los productos de la Empresa Licorera de Cundinamarca, incluye frases memorables como "Que me traigan guaro, cerveza y licor". El artista interactuó con el público, logrando que todos corearan junto a él los versos más festivos de esta canción que habla de olvidar penas amorosas mediante la diversión.
Jhon Álex Castaño regresó al escenario con este éxito que habla de brindar por la soltería. La canción se convirtió en un himno para quienes decidieron celebrar su independencia emocional, con un ritmo pegajoso que invitó a cantar a todo el público.
Los versos "No tengo a quien serle fiel, gracias a Dios ya no hay quien me amargue la vida" resonaron con especial fuerza. La interpretación del artista logró transmitir esa mezcla de alivio y nostalgia que caracteriza a quienes deciden superar una ruptura mediante la fiesta y el licor.
Esta canción demostró el talento de Jhon Álex Castaño para mezclar humor y despecho. El público disfrutó de la ironía con que el artista narró sus fracasos amorosos, creando un ambiente de complicidad entre cantante y espectadores.
La letra "Voy a seguir tomando porque yo solo me mando" se convirtió en un grito de independencia. La mención a "dos motivos, dos razones y un olvido para tomármelos hoy" resonó especialmente entre quienes han usado el licor como compañía en momentos difíciles.
El despecho volvió a tomar fuerza con este emotivo tema. Jhon Álex Castaño logró que miles de voces cantaran al unísono las penas de amor que se ahogan "de bar en bar", creando uno de los momentos más conmovedores del festival.
La canción refleja la amarga realidad de quienes buscan consuelo en el alcohol tras una decepción amorosa. Versos como "Todo borracho y llorando de bar en bar" mostraron la crudeza del desamor, pero también la capacidad de la música para unir a las personas en experiencias compartidas.
Pipe Bueno presentó este himno a los lugares donde se curan las penas. La idea de tener una cantina propia resonó entre los asistentes, que corearon con entusiasmo cada uno de los versos de esta canción llena de personalidad.
La letra "Ya no me queda más que comprarme una cantina" refleja ese deseo de tener un refugio donde olvidar las preocupaciones. El artista logró transmitir la esencia de estos lugares que, más que simples establecimientos, se convierten en escenarios de catarsis y nuevas amistades.
Jessi Uribe cerró la noche con broche de oro con este tema que celebra la fiesta sin preocupaciones. La energía del artista contagió al público, que bailó y cantó al ritmo de esta canción que habla de preferir "unos tragos" a los problemas amorosos.
Los versos "Prefiero que me jodan unos tragos a que me jodas tú" se convirtieron en el lema de la noche. Uribe demostró por qué es uno de los grandes exponentes del género, llevando al público a un climax festivo que coronó perfectamente el evento.
El Festival de Verano en Bogotá demostró una vez más que las canciones de cantina unen a los colombianos. Gracias a la Empresa Licorera de Cundinamarca por acompañar estos momentos con sus productos, el aguardiente Néctar y el ron Santafé.