Colombia
Un recorrido por la historia de Nelson y sus Estrellas, desde sus inicios hasta su consagración como ícono de la salsa tropical en Colombia y el mundo.
Publicado:
Por: Jennifer Paola Ramírez Cante
Creativa Digital
La salsa colombiana perdió a uno de sus grandes el pasado 24 de mayo. Nelson David González Rojas, el fundador de la icónica orquesta ‘Nelson y sus Estrellas', falleció dejando atrás un legado que sigue retumbando en las pistas de baile, en la radio y en la memoria de millones.
Pero su historia no comenzó en una tarima ni en un estudio de grabación, sino en un pequeño salón de clases, con un puñado de instrumentos y un sueño matemáticamente afinado.
Desde su infancia, Nelson sintió una atracción magnética por los sonidos. Sin formación académica musical, aprendió a tocar de oído, desarmando las melodías para comprenderlas como fórmulas.
“La música es una acepción de la matemática”, repetía con convicción, recordando el momento en que dejó la Universidad Central de Venezuela para fundar su propia escuela de música.
A los 14 años ya había reunido diez instrumentos y a un puñado de amigos —entre ellos su hermano Luis Felipe— para dar forma a una pequeña orquesta aficionada que, sin saberlo, sería el primer paso hacia la historia.
Fue en 1965 cuando esa escuela mutó en orquesta: Nelson y sus Estrellas. Solo tres años después, en 1968, lanzaron ‘Mucho Nelson’, su primer trabajo discográfico.
El éxito fue inmediato, especialmente en Colombia, país que abrazó su música como propia. “No podíamos creerlo. Sonábamos en todas partes”, decía en entrevistas posteriores. El álbum fue un fenómeno radial y marcó el inicio de una relación profunda entre el pueblo colombiano y la agrupación.
Nelson no tardó en entender que su destino estaba en Colombia. En 1969 debutó en la Feria de Cali junto a gigantes como Richie Ray y Bobby Cruz, iniciando una travesía que lo llevaría por toda Latinoamérica, Europa y Norteamérica.
En cada rincón del mundo donde se presentó, la orquesta dejó huella con su estilo único: una mezcla de ritmo afrocaribeño, armonía clásica y una energía irresistible.
Temas como ‘Llorándote’, ‘Canción India’, ‘La Sirena’ y ‘Cuando venga la primavera’ se volvieron clásicos infaltables en los bailes de barrio y las emisoras tropicales.
No era raro escuchar su música en Caracas, Cali, Madrid o Nueva York. Su presencia se consolidó en tarimas junto a figuras de talla mundial: Tito Puente, Celia Cruz, Willie Colón, Joe Arroyo, Grupo Niche y muchos más.
Pero no todo fue armonía. En 1974, la salud de Nelson se vio afectada, lo que lo obligó a alejarse de los escenarios por un tiempo.
Durante ese periodo, su hermano Luis Felipe grabó en solitario ‘La saporrita’, generando tensiones internas.
Aunque hubo una breve reconciliación en 1979 con el tema ‘Con sabor a caña’, la ruptura definitiva llegó en 1994.
A pesar de las diferencias, la orquesta no perdió fuerza. Con el paso de los años, Nelson incorporó a su hijo, Nelson David González Jr., como vocalista principal, renovando el sonido sin perder la esencia.
La influencia de Nelson y sus Estrellas va más allá de sus más de 40 álbumes y cientos de conciertos. Su legado está en cada pista de baile, en cada diciembre donde ‘La Canción del Viajero’ vuelve a sonar, y en cada joven músico que decide mezclar lo clásico con lo popular.
‘La Sirena’, uno de sus grandes éxitos, fue nombrada entre las 100 canciones tropicales más importantes en la historia de Colombia, reafirmando la huella imborrable de su obra.
Desde Olímpica Stereo, celebramos su vida y su legado. Porque hay artistas que suenan, y hay otros, como Nelson, que resuenan por generaciones.