Colombia
Aunque no la entregues, la información exógena dice mucho de ti. Bancos, empleadores y empresas reportan tus movimientos. ¿Sabes cómo consultarla, corregir errores o evitar sanciones?
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Por: Equipo de Redacción
Redacción Digital
Cada vez que haces una consignación, recibes un salario, ganas una rifa o abres un CDT, dejas una huella. Y aunque no siempre lo notes, esa huella viaja directo a la DIAN. Se llama información exógena tributaria y es un mecanismo clave para el control fiscal en Colombia.
La información exógena es, en pocas palabras, todo lo que terceros reportan sobre tus movimientos económicos. La envían bancos, empresas, notarías, cooperativas y muchas otras entidades, con el fin de que la DIAN cruce datos y verifique si lo que declaras en tu impuesto de renta se ajusta a la realidad.
Lo curioso es que esta información no la entregas tú… pero sí te afecta directamente.
En contexto:
Si estás inscrito en el RUT y tienes habilitada tu cuenta de usuario, puedes consultar tu reporte de terceros en el portal transaccional de la DIAN. Basta con ingresar a la opción “Consultar Información Exógena/Información Reportada por Terceros”, seleccionar el año gravable y descargar el archivo en Excel.
Todo esto, si aplica:
Uno de los puntos más sensibles de la información exógena es que la DIAN no puede corregirla. Si encuentras valores que no corresponden con tus ingresos reales o ves transacciones que no hiciste, debes comunicarte directamente con quien haya reportado esa información y solicitar la corrección.
Por ejemplo:
Debes contactar al informante. Solo él tiene la posibilidad de actualizar esos datos.
Además, esas correcciones pueden tardar hasta 72 horas en verse reflejadas.
Aunque la DIAN insiste en que la información exógena no reemplaza la realidad económica del declarante, muchos contribuyentes se basan en estos reportes para elaborar su declaración de renta.
Puede ser una herramienta útil para no omitir datos importantes, especialmente si manejas varias fuentes de ingreso o movimientos bancarios diversos.
Eso sí, tenerla no te exime de declarar los valores reales. Eres tú quien debe asegurarse de que lo declarado corresponde con lo que efectivamente ganaste, gastaste o ahorraste.
La obligación recae sobre un amplio grupo de personas naturales y jurídicas. Entre ellas:
También se incluyen las entidades que celebran contratos de cooperación, fiducias, mandatos o administraciones delegadas.
El objetivo: garantizar transparencia y prevenir la evasión fiscal.
No presentar la información exógena a tiempo, o hacerlo con errores, tiene consecuencias. Las sanciones pueden ser del:
El límite puede llegar hasta 7.500 UVT.
Y aunque hay descuentos si se corrige voluntariamente, no es un tema menor.
Por eso, organización y precisión son clave al momento de cumplir con este deber tributario.
La DIAN exige que conserves estos reportes y documentos soporte durante al menos 5 años.
Si hay una auditoría en curso, deberás mantenerlos disponibles hasta que finalice.
Consultar tu información exógena es tan importante como revisar tu cuenta bancaria o tu historial crediticio.
No solo te ayuda a declarar mejor, también te protege de inconsistencias, sanciones y errores que podrían costarte dinero o reputación fiscal.
Y recuerda: si tú no estás mirando lo que otros dicen de ti ante la DIAN, ellos sí lo están haciendo.
Consulta la información completa en: Información Exógena – DIAN.