Colombia
En entrevista con "Temprano es Más Bacano", el exsenador presentó su agenda de precandidato presidencial, centrada en reformas profundas para salud, educación y seguridad.
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Por: Juan Manuel Arias Montenegro
Creativo Digital
La precandidatura presidencial de Gustavo Bolívar se ha posicionado en la escena política colombiana con una agenda enfocada en justicia social, lucha contra la corrupción y una visión directa para abordar los problemas estructurales del país.
Escritor, guionista y exsenador, Bolívar se define como una voz cercana a la ciudadanía que busca comunicar sin filtros ni promesas imposibles; por tal motivo, en entrevista con Olímpica Stereo, expuso las líneas centrales de su proyecto político.
El exdirector del Departamento de Prosperidad Social (DPS), aseguró priorizar temas como la salud, la educación, la seguridad y la regulación de las drogas como estrategia frente al crimen organizado.
Bolívar plantea profundizar los cambios en el sistema de salud colombiano, priorizando la eliminación de los intermediarios financieros, específicamente las EPS.
Según el precandidato, el modelo vigente ha permitido la concentración de recursos públicos en pocas manos y una acumulación histórica de deudas con hospitales y clínicas.
Por tal motivo, propone establecer un sistema de transferencias directas desde el Estado hacia los prestadores de servicios de salud, sin la figura de entidades intermediarias.
Argumentó que la crisis de las EPS no nació en el actual gobierno, sino que es consecuencia de un modelo que lleva años generando acreencias y desvió de recursos, por lo que enfatizó que más de 130 EPS han sido liquidadas antes de la gestión actual, una proporción mayor en comparación con solo cuatro liquidadas en el último periodo.
Bolívar también resaltó la necesidad de reforzar la salud preventiva, alegando que la lógica del lucro en el modelo actual incentiva la atención de pacientes enfermos por encima de acciones preventivas.
En ese sentido, aseguró que el presupuesto de salud debe crecer sustancialmente, señalando que el Congreso estudia una adición de 12 billones de pesos para 2025, por lo que considera fundamental que este incremento se refleje en cobertura y acceso, especialmente en zonas rurales y para poblaciones históricamente excluidas.
En materia de seguridad, Bolívar sostuvo que la criminalidad en Colombia ya no depende exclusivamente de guerrillas o estructuras armadas heredadas del conflicto, sino que está marcada por la economía ilegal del narcotráfico.
Reconoció que propuestas de mano dura o estrategias exclusivamente represivas han fracasado en reducir el delito, pues la raíz del problema se encuentra en la enorme demanda internacional de drogas ilícitas y la falta de oportunidades en muchas regiones del país.
Por tal motivo, plantea la legalización y regulación de las drogas como una solución estructural, pues Bolívar señaló ejemplos internacionales como el caso de Denver, Estados Unidos, donde la regulación de la marihuana permitió disminuir la criminalidad y reducir el consumo en menores de edad, además de aportar recursos fiscales a las ciudades por concepto de impuestos.
Aseguró que el mercado ilegal de drogas se alimenta del régimen de prohibición, lo que incrementa los precios y la rentabilidad del negocio para redes criminales, y según Bolívar, mientras exista un mercado internacional insatisfecho dispuesto a pagar, las organizaciones criminales encontrarán quien se arriesgue a suplir esa demanda.
Afirmó que la experiencia estadounidense demuestra que la regulación disminuye el delito asociado y mejora los indicadores de salud pública y recaudación fiscal y destacó la urgencia de que Colombia lidere, junto con otros países latinoamericanos, un bloque de negociación internacional para buscar cambios en la política global antidrogas con base en experiencias exitosas de regulación.
En el campo educativo, el proyecto de Bolívar prioriza el incremento sostenido en el presupuesto con el objetivo de acercar oportunidades a regiones golpeadas por la violencia y la ausencia de instituciones de educación superior.
El exsenador mencionó que, bajo la actual administración, el presupuesto en educación aumentó de 54 billones a 70 billones de pesos, permitiendo la construcción de universidades en territorios históricamente afectados por el conflicto y economías ilegales.
Propuso utilizar la infraestructura escolar infrautilizada, como colegios con baja matrícula, para instalar universidades regionales y así ampliar la cobertura de educación superior sin necesidad de grandes inversiones iniciales en edificios nuevos.
Presentó además la idea de fortalecer la enseñanza bilingüe y la formación en programación desde la primaria para preparar a los jóvenes para un mundo globalizado y aumentar sus opciones de empleabilidad.
Bolívar sostuvo que muchos estudiantes en zonas rurales terminan condenados de nacimiento a economías ilegales por falta de alternativas, por lo que planteó la expansión de la educación básica y secundaria, así como un enfoque práctico adaptado a las realidades locales, como una estrategia integral de prevención frente al reclutamiento criminal.
El precandidato también se dejó ver su apoyo a dar continuidad a las políticas que muestran resultados positivos, como la entrega de tierras a campesinos, más de un millón de hectáreas formalizadas o tituladas, y programas como Hambre Cero, que ha sacado a millones de personas de la inseguridad alimentaria.
Por lo tanto, Bolívar planea impulsar una reforma en el Plan de Alimentación Escolar (PAE) para que los recursos se gestionen directamente con asociaciones de padres de familia, eliminando intermediarios y reduciendo riesgos de corrupción o deficiencia en la nutrición infantil.
La vivienda también será una prioridad, en reemplazo de los tradicionales subsidios pequeños que, según Bolívar, perpetúan la pobreza: propone la construcción de un millón de viviendas nuevas en su gobierno.
En cuanto al trabajo con la Fuerza Pública, Bolívar afirmó mantener relaciones institucionales con la Policía y el Ejército, y expresó la necesidad de incrementar la prevención y mejorar el bienestar de los uniformados.
En política internacional, plantea mantener relaciones estables y pragmáticas con Estados Unidos y Venezuela, segmentando la política exterior para aislar los aspectos ideológicos y priorizar los intereses nacionales, como el comercio en las zonas fronterizas.
En la entrevista con Temprano es Más Bacano, Bolívar concluyó que para transformar la seguridad en Colombia se requiere enfrentar la realidad de la economía ilegal y apostar por una agenda de regulación, prevención, más oportunidades y un enfoque integral en derechos sociales como salud y educación.