Colombia
El general retirado formalizó su aspiración presidencial con un llamado a “poner orden”, respaldado por sectores de la reserva activa militar.
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Por: Juan Manuel Arias Montenegro
Creativo Digital
El nombre de Gustavo Matamoros Camacho figura en la escena política como precandidato independiente para la presidencia de Colombia en las elecciones de 2026.
El general retirado cuenta con el apoyo de reservistas de diferentes rangos en todo el país y su plataforma se articula desde una posición crítica al actual gobierno de Gustavo Petro, al que acusa de comprometer el sistema democrático por medio de decisiones que, a juicio de los militares en retiro, ponen en riesgo la seguridad nacional.
Matamoros Camacho proviene de una familia de tradición castrense, siendo la tercera generación de generales con una carrera marcada por la jefatura y la planeación de operaciones notables como “Jaque 2008” y “Sodoma 2010”.
En entrevista con Temprano es Más Bacano, Matamoros Camacho expuso sus tres pilares de gobierno: Seguridad, Sobriedad y Salud: “Cuando yo sea presidente, voy a ofrecerle al país un país seguro, un país sobrio y un país sano”.
Sobre la seguridad, Matamoros remarcó que considera este aspecto como la prioridad fundamental, pues propuso fortalecer las fuerzas militares y policiales, al tiempo que planteó una visión de autocuidado colectivo: “La seguridad es transversal a todo. Si no hay seguridad, no hay inversión, si no hay inversión, no hay empleo, si no hay empleo, no hay desarrollo”.
En cuanto a la sobriedad, el aspirante anticipó un ejecutivo austero, contrario a los excesos en viajes y gastos, y comprometido con la vigencia de la disciplina y la honestidad.
Matamoros Camacho defendió un enfoque directo contra los grupos armados ilegales, pues rechazó la posibilidad de diálogos con organizaciones como el ELN y aseguró que la prioridad será fortalecer la respuesta estatal.
Planteó la necesidad de recuperar territorios dominados por la violencia y afirmó: “Con el ELN todos los gobiernos han negociado y no han logrado nada, son grupos narcoterroristas, yo no voy a dialogar o se someten o se mueren, después de que estén derrotados, venga la mano bondadosa del Estado”.
El general insistió en que las fuerzas militares y la policía deben equiparse con tecnología de punta, destacando que los grupos armados han superado al Estado en capacidad armamentista y tecnológica durante el actual gobierno.
Respecto a la educación, el aspirante evaluó negativamente la cobertura y el índice de repitencia en los niveles primario y secundario, por lo que solicitó una reestructuración de los planes de estudios en universidades y colegios para que respondan directamente a la realidad laboral del país.
Sostuvo que el presupuesto no debe destinarse únicamente al funcionamiento, sino que debe orientarse a ampliar la infraestructura educativa y mejorar la calidad.
Sobre la salud, Matamoros describió un panorama difícil, señalando que la crisis en este sector no podrá resolverse en un solo periodo presidencial debido a la magnitud de las deudas y el deterioro de hospitales y clínicas: “La salud es un tema crítico, fundamental que hay que resolver cuanto antes y tenemos que volver a construir lo que habíamos construido y no a destruirlo”.
En relación con la corrupción, Matamoros Camacho propuso centralizar la ejecución de proyectos en un banco nacional, eliminar trámites que generan demoras y oportunidades de soborno, y digitalizar procesos administrativos.
Denunció la práctica de otorgar recursos a congresistas para ganar respaldo como uno de los principales factores de corrupción.
“La corrupción es un cáncer que tiene acabado este país. Hay que acabar los focos de corrupción y una de las formas es acabando la tramitología”.
Gustavo Matamoros Camacho adelantó que su campaña se mantendrá al margen de alianzas partidistas.
Reivindicó la disciplina y el honor propios de la cultura militar como valores centrales, tanto en la administración pública como en la política y subrayó que la fuerza de la reserva activa y la experiencia de quienes han servido en las fuerzas armadas constituyen un potencial social y humano para enfrentar los retos del país.
El precandidato enfatizó que busca “hacer política de la buena”, prometiendo transparencia y una gestión enfocada en “poner orden” ante lo que describe como desorden y pérdida de rumbo institucional.