Colombia
Su presentación improvisada sorprendió a todos y abrió la conversación sobre diversidad, identidad y amor por lo nuestro en las batallas de baile.
Publicado:
Creativa Digital
Durante la final nacional de la Red Bull Dance Your Style en Colombia, un momento inesperado se robó toda la atención: un joven llamado Picolás improvisó una rutina de waacking al ritmo de un vallenato. Aunque muchos no entendían qué hacía ese género musical en un evento de danzas urbanas, su puesta en escena fue tan auténtica, que rápidamente se volvió viral en redes sociales.
Detrás de ese instante hay una historia cargada de sentimiento, identidad y conexión con sus raíces. En entrevista con Olímpica Stereo, Picolás explicó por qué decidió dejarse llevar por el ritmo del Binomio de Oro, cómo su mamá fue clave en ese momento y qué significa para él representar una comunidad que muchas veces ha sido invisibilizada.
Lo que muchos pensaron que era una simple coreografía, en realidad fue una improvisación total. En una de sus salidas durante la semifinal de la Red Bull, sonó un vallenato clásico y Picolás decidió dejarse llevar por el momento. “Mi cuerpo, mi alma y mi mente se conectaron con esa canción”, contó. No fue algo planeado, fue un reflejo de lo que ha vivido desde pequeño.
Para él, ese tema tenía un significado especial. “Mi mamá me enseñó a bailar vallenato en una baldosa, sin moverse mucho, pero sintiendo cada nota”, recordó entre risas. Fue ella, de hecho, quien lo animó a subir justo ese video. Nunca imaginó que se volvería viral, pero más allá de eso, se sintió feliz de mostrar quién es y de dónde viene.
Aunque el video lo hizo famoso por bailar vallenato, Picolás lleva más de ocho años enfocado en el waacking, un estilo de danza urbana que mezcla movimientos de brazos, performance y expresión teatral. Es un estilo con raíces en la comunidad queer afroamericana, y para él, ha sido una forma de liberar, sanar y representar.
“No fue solo un show, fue una forma de decir aquí estamos, esto también es Colombia”, explicó. Ser uno de los pocos chicos diversos en llegar a la final nacional fue un orgullo enorme. Sabe que hay muchos prejuicios en el mundo del arte comercial, pero eso no lo detiene. “Estoy aquí para representarnos a todos los que alguna vez nos dijeron que no encajábamos”, dijo con convicción.
Quien ha sido el motor de todo esto es su mamá. Desde que era niño, ella lo animó a bailar, a expresarse, a no tener miedo de ser quien es. “Mi mamá es mi lugar seguro”, confesó con emoción. Gracias a su apoyo pudo encontrar en el baile una manera de abrazar su identidad y contar su historia.
Picolas también comparte su arte enseñando waacking a niños y adultos. Más que pasos, lo que transmite es una forma de entender el cuerpo, de soltar emociones, de aceptarse. “Yo crecí rodeado de mujeres, y eso me enseñó que la sensibilidad no es debilidad. Al contrario, es una fuerza tremenda”, dijo.