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El nuevo pontífice, Robert Prevost, elegido como papa León XIV, ofreció un emotivo mensaje de unidad, paz y esperanza en su primer discurso desde el Vaticano.
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Creativa Digital
El papa León XIV, antes conocido como Robert Prevost Martínez, se dirigió por primera vez al mundo tras ser elegido como el nuevo líder de la Iglesia Católica. En un discurso colmado de fe y esperanza, el sumo pontífice hizo un llamado a la unidad de los pueblos, al diálogo como camino y a la construcción de una Iglesia sinodal, cercana a los que sufren.
El nuevo papa inició su mensaje con las palabras que Jesús resucitado dirigió a sus discípulos: “La paz sea con ustedes, queridos hermanos y hermanas”. Explicó que este saludo no es solo un gesto espiritual, sino una bendición que debe llegar a cada corazón, familia, nación y rincón del planeta.
“Esta es la paz de Cristo resucitado, una paz desarmada y desarmante, perseverante y que proviene de Dios, quien nos ama a todos incondicionalmente”, expresó el papa León XIV, aludiendo también a la herencia espiritual de su predecesor.
Recordó con cariño y respeto al papa Francisco, diciendo que aún resuena en los oídos del mundo su voz “débil pero siempre valiente” que bendecía a Roma cada Pascua. “Permítanme dar continuidad a esa misma bendición: Dios ama a todos, el mal no prevalecerá. Estamos en las manos de Dios. Sin miedo, unidos de su mano, vayamos adelante”, agregó.
En su primer mensaje, el papa invitó a todos los fieles a convertirse en discípulos de Cristo, recordando que el mundo necesita de su luz y de su amor como puente para alcanzar a Dios.
“Ayúdense los unos a los otros a construir puentes, con el diálogo, con el encuentro, uniéndonos todos para ser un solo pueblo”, dijo, agradeciendo también al papa Francisco por su legado de humildad y cercanía.
También tuvo palabras de gratitud para los cardenales que lo eligieron, y renovó el compromiso de la Iglesia con la búsqueda de la paz y la justicia, trabajando como misioneros del Evangelio.
Con emoción, el papa León XIV se dirigió en español a su antigua diócesis: “En modo particular, mando un saludo a mi diócesis en Chiclayo, Perú, donde un pueblo fiel ha acompañado a su obispo y ha dado tanto para seguir siendo Iglesia fiel de Jesucristo”.
A la Iglesia de Roma, expresó su deseo de trabajar juntos en una comunidad abierta, que reciba a todos los que necesiten consuelo, escucha y esperanza.
El nuevo Papa cerró su mensaje reafirmando su visión de una Iglesia sinodal, que camina unida, que se acerca a quienes sufren, y que, bajo la guía de María, busca siempre el bien del prójimo. En el día de la Virgen de Pompeya, pidió su intercesión maternal para el nuevo camino que emprende como sucesor de Pedro.
“Nuestra madre María quiere caminar siempre con nosotros, ayudarnos con sus intercesiones y su amor”, dijo antes de invitar a todos a rezar un Ave María en comunidad.