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El miércoles 14 de mayo, el pontífice recibió al tenista Jannik Sinner, número uno mundial, en un encuentro lleno de bromas y admiración mutua.
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Por: Equipo de redacción
El papa León XIV recibió en el Vaticano al tenista Jannik Sinner, actual número uno del mundo, en un encuentro marcado por bromas, regalos y una conversación sobre el torneo Internacional de Roma. El pontífice, conocido por su pasión por el tenis, demostró su conocimiento del deporte y compartió un momento memorable con el campeón.
Jannik Sinner visitó al papa León XIV en la sala Pablo VI del Vaticano, donde intercambiaron saludos y regalos. El tenista obsequió al pontífice con una de sus raquetas, mientras el Papa mostró interés por el desempeño de Sinner en el torneo de Roma.
El presidente de la Federación Italiana de Tenis y Pádel (FITP), Angelo Binaghi, acompañó a Sinner y entregó al papa un carnet de miembro honorario. Los padres del tenista también estuvieron presentes y el pontífice bromeó sobre los idiomas que se hablan en su hogar.
El encuentro estuvo lleno de momentos divertidos, como cuando Sinner ofreció su raqueta al papa. León XIV respondió con humor: "Me dejarían jugar en Wimbledon". Esta audiencia coincidió con una referencia previa del pontífice a Sinner durante una reunión con periodistas, donde bromeó sobre evitar un partido contra el campeón.
Binaghi destacó la pasión del papa por este deporte: lo calificó como "un auténtico papa del tenis". El directivo resaltó que León XIV elogió el mensaje de respeto y solidaridad que transmiten los tenistas, valores que considera esenciales para la sociedad.
León XIV ha sido un entusiasta del tenis desde su época como misionero en Perú, donde entrenaba con sacerdotes para mantener su nivel. Aunque su labor como pontífice le ha dejado poco tiempo para practicar, ha mencionado en entrevistas su deseo de volver a la cancha. En Roma, solía jugar en el Instituto Patrístico Augustinianum.
Sinner, por su parte, expresó su admiración por la afición del papa. "Es estupendo saber que al papa le gusta nuestro deporte", dijo el tenista tras avanzar en el torneo de Roma. La conexión entre ambos refleja cómo el deporte trasciende fronteras y une a personas de diferentes ámbitos.
El encuentro entre el Papa León XIV y Jannik Sinner destacó por su calidez y el mutuo respeto. El Pontífice demostró una vez más su amor por el tenis, mientras el campeón compartió un momento inolvidable en el Vaticano. Una reunión que une fe, deporte y humanidad.