Colombia
El papa Francisco tuvo una relación activa y cercana con Colombia. Aquí los hechos más llamativos de su cercanía con nuestro país.
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Por: Equipo de Redacción
Redacción Digital
Cuando el avión que traía al papa Francisco aterrizó en Bogotá el 6 de septiembre de 2017, no solo marcó el regreso de un sumo pontífice al país tras más de 30 años. Marcó también un capítulo profundamente transformador para millones de colombianos. El primer papa latinoamericano llegaba justo después de la firma del Acuerdo de Paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y las FARC, con un mensaje claro: reconciliación, perdón y esperanza.
“El papa viene a traernos un mensaje de paz, esa paz que todos estamos llamados a construir desde corazones abiertos al perdón”, dijo en su momento el cardenal Rubén Salazar.
Y así fue: durante cinco días, Francisco recorrió Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena llevando un mensaje espiritual, social y político que dejó huella.
La visita apostólica comenzó en Bogotá, donde fue recibido por multitudes emocionadas. En la Casa de Nariño, el papa se reunió con el presidente Santos y dejó clara su postura sobre el proceso de paz:
La búsqueda de la paz es un trabajo siempre abierto, una tarea que no da tregua y que exige el compromiso de todos.
Más tarde, en una eucaristía multitudinaria celebrada en el parque Simón Bolívar, más de un millón de fieles escucharon sus palabras sobre justicia, unidad y compasión.
Allí bendijo a niños, abrazó a víctimas y compartió su visión de una Colombia reconciliada.
Tal vez el momento más conmovedor de la visita ocurrió en Villavicencio, durante el acto de reconciliación nacional. Frente al Cristo mutilado de Bojayá —una de las imágenes más simbólicas del conflicto armado—, Francisco oró con las víctimas y los victimarios. Fue un gesto profundo que simbolizó el dolor del pasado, pero también el deseo de construir un futuro diferente.
En ese mismo lugar beatificó a dos figuras emblemáticas de la fe en Colombia: Pedro María Ramírez, el “cura de Armero”, y el obispo Jesús Emilio Jaramillo, asesinado por el ELN.
Fue una reafirmación de la memoria y la justicia espiritual.
En Medellín, el papa visitó el Hogar San José, donde compartió con niños en situación vulnerable.
Luego, en el aeropuerto Olaya Herrera, presidió una eucaristía ante miles de asistentes y se encontró con sacerdotes, religiosos y seminaristas. Allí recibió un carriel y un poncho como símbolos de la identidad paisa.
Finalmente, en Cartagena, ciudad símbolo de los derechos humanos, visitó la casa santuario de San Pedro Claver y bendijo la primera piedra de viviendas para familias sin hogar. Desde esa ciudad también alzó su voz sobre la crisis en Venezuela, pidiendo soluciones pacíficas y justicia para los más desfavorecidos.
Más allá del evento protocolario, la visita de Francisco a Colombia fue una afirmación del espíritu de reconciliación que el país necesitaba.
Habló de paz, pero también de justicia social, dignidad, cuidado del medio ambiente y protección de la vida. Su paso por el país dejó enseñanzas que siguen resonando, especialmente en un país que aún enfrenta retos para cerrar las heridas de la guerra.
Durante su pontificado de 12 años, Francisco viajó a 66 países. Colombia fue uno de los diez destinos latinoamericanos que eligió, y en ningún otro fue tan claro su compromiso con un proceso político y social como en el nuestro. Hoy, su legado queda impreso en las imágenes de los millones que lo escucharon, en las palabras que ofreció a las víctimas, y en el llamado constante a “dar el primer paso” hacia la reconciliación.
Al conocer su fallecimiento, el expresidente Juan Manuel Santos se pronunció en su cuenta de X, donde reafirmó la necesidad de reconciliación en el país:
El mensaje de reconciliación que nos dejó en su histórica visita sigue más vigente que nunca, para nuestro país y para el mundo.
Lamento, desde el fondo de mi corazón, la partida del Santo Padre Francisco. Un ser humano bondadoso, carismático, humilde y amigo cercano de Colombia. Hará mucha falta, por el amor y la compasión que irradiaba. El mensaje de reconciliación que nos dejó en su histórica visita