Colombia
El lunes 21 de abril murió el papa Francisco, Jorge Mario Bergoglio de origen argentino. Antes de su deceso, contó que pensaba sobre la muerte y el más allá. Esto dijo.
Publicado:
Por: Equipo de Redacción
Redacción Digital
Con la serenidad de quien ha hecho las paces con el destino, el papa Francisco habló en vida sobre un tema que a muchos les cuesta mirar de frente: la muerte.
En una entrevista íntima con el medio argentino Infobae, Jorge Mario Bergoglio confesó que no temía morir. Lo único que pedía era estar consciente en ese momento.
“Le pedí al Señor que no me agarre inconsciente, eso no”, dijo, con su tono cálido y reflexivo. “Que al menos la vea venir”, agregó.
Aunque el papa fue reservado en sus apariciones públicas respecto a su salud, quienes lo conocían sabían que su cuerpo venía librando una batalla silenciosa.
En febrero, Francisco fue internado en el Hospital Gemelli de Roma por una neumonía bilateral que lo mantuvo en estado grave durante semanas. Aun así, logró salir adelante y fue dado de alta el 23 de marzo. Años antes, en 2021, también había enfrentado una cirugía en el intestino grueso, y desde entonces sus apariciones en silla de ruedas eran cada vez más frecuentes.
“No le tengo miedo a la muerte”, decía. “Sé que va a venir”, asumía con la calma de quien comprende que hay algo más allá.
Recordó que, en una ocasión en la que su vida estuvo en riesgo, se preparó espiritualmente, como quien se alista para un encuentro largamente esperado.
En diálogo con el periodista Daniel Hadad, cuando le preguntó qué imaginaba que pasaba después de la muerte, Francisco no dudó:
“Debe haber una luz muy grande, una felicidad muy grande. Un camino muy grande en el camino del encuentro con Dios”. Sus palabras, llenas de esperanza, parecían más una invitación a confiar que una conclusión teológica. “Yo creo que Dios hasta último momento espera y ayuda”, cerró.
A pesar de su delicado estado, el Papa apareció en público por última vez durante la tradicional bendición Urbi et Orbi, el pasado domingo de Pascua.
Lo hizo sin oxígeno y en silla de ruedas, saludando con una sonrisa a las miles de personas que llenaban la Plaza de San Pedro. Fue un acto simbólico, interpretado por muchos como una muestra de fortaleza espiritual y amor por su rebaño.
“No puede haber paz sin libertad de religión, libertad de pensamiento, libertad de expresión y respeto por las opiniones de los demás”, dijo ante más de 35.000 personas.
En su mensaje, volvió a alzar la voz por los más vulnerables: pidió a los líderes del mundo no ceder al miedo y enfocar sus recursos en combatir el hambre, apoyar a los necesitados y trabajar por un desarrollo más justo. También recordó el conflicto en Medio Oriente y pidió un cese al fuego y ayuda humanitaria urgente.
Durante los últimos años, los achaques físicos fueron cada vez más evidentes.
Dolencias en la rodilla, una operación intestinal, ciática y otras afecciones limitaron sus movimientos, pero nunca su espíritu. Hasta el final, Francisco mantuvo su compromiso con su misión, con la misma sencillez con la que hablaba de la muerte.
Hoy, tras el anuncio oficial del Vaticano sobre su fallecimiento, el mundo recuerda sus palabras, su fe inquebrantable y su deseo de estar presente cuando llegara el momento.
“Dicen que es raro que exista el miedo a la muerte… el miedo es verla venir”.
Francisco deja la sede vacante del Vaticano tras 12 años y 39 días. Murió en la Ciudad del Vaticano a los 88 años.
Para leer en Emisora Atlántico: "Era el papa de todos"
La opinión del papa Francisco acerca de la vida después de la muerte infob.ae/4ioD0pq