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Un descubrimiento en Turquía revela que cazadores-recolectores construyeron templos hace 12.000 años, reescribiendo los orígenes de la civilización y la sociedad.
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Creativo Digital
Un reciente hallazgo arqueológico en Turquía está desafiando todo lo que creíamos saber sobre los albores de la civilización. Este descubrimiento monumental sugiere que las primeras sociedades complejas surgieron mucho antes de lo que se pensaba, obligando a reescribir los libros de historia.
Hasta ahora, la narrativa histórica aceptada era que los humanos primero desarrollaron la agricultura y la ganadería. Solo después de asegurar su sustento, comenzaron a establecerse en aldeas y, eventualmente, a construir ciudades y templos.
Sin embargo, un complejo monumental conocido como Göbekli Tepe, datado en aproximadamente 9.600 a.C., pone en jaque esta teoría. Este sitio es miles de años más antiguo que las pirámides de Egipto e incluso que la invención de la escritura.
Lo más sorprendente es que fue construido por cazadores-recolectores, personas que aún no dominaban la agricultura ni la domesticación de animales. Esto demuestra que la organización social a gran escala y la construcción de estructuras complejas precedieron a la revolución agrícola.
Göbekli Tepe consiste en enormes pilares de piedra en forma de T, algunos de hasta seis metros de altura y veinte toneladas de peso. Estos pilares están decorados con intrincados relieves de animales como leones, zorros y buitres.
Los arqueólogos creen que este lugar no era una vivienda, sino un centro ceremonial o un templo. La construcción de un sitio de esta magnitud habría requerido la cooperación y coordinación de cientos de personas, lo que indica un nivel de organización social muy avanzado para la época.
Te puede interesar: Las mejores universidades de Colombia en 2025 según el ranking U-SapiensEl verdadero propósito de Göbekli Tepe sigue siendo un enigma. Algunos expertos sugieren que pudo ser un lugar de culto a los antepasados o un centro para rituales chamánicos. Las tallas de animales podrían representar deidades o tener un significado simbólico en sus creencias.
Lo que sí está claro es que la necesidad de unirse para un propósito común, en este caso, la construcción de un centro ceremonial, fue el motor que impulsó la creación de las primeras comunidades sedentarias, y no al revés.
Recientemente, un nuevo yacimiento cercano llamado Karahan Tepe ha comenzado a revelar aún más secretos. Se cree que es contemporáneo o incluso más antiguo que Göbekli Tepe y presenta esculturas y estructuras aún más sofisticadas, incluyendo representaciones humanas detalladas.
Este lugar, junto con otros once sitios megalíticos en la misma región, forma parte de un proyecto arqueológico que está transformando nuestra comprensión del Neolítico. Parece que existió toda una red de asentamientos con una cultura y simbología compartidas.
El descubrimiento de Göbekli Tepe y los sitios circundantes nos obliga a reconsiderar el origen de la civilización. Demuestra que la complejidad social y la religión pudieron haber sido el catalizador para el desarrollo de la agricultura y la vida sedentaria, invirtiendo la cronología que habíamos aceptado durante décadas. La historia de nuestros ancestros es mucho más rica y compleja de lo que imaginábamos.
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