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La justicia en Alicante ordenó detener la apertura de la versión europea y le exigió a la empresa española suspender su operación y cualquier actividad comercial.
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Por: Equipo de Redacción
Redacción Digital

La disputa entre Frisby Colombia y Frisby España dejó de ser un conflicto silencioso para convertirse en un caso que acapara la atención pública.
El Juzgado Mercantil de Alicante ordenó la suspensión temporal del uso de la marca en territorio europeo por parte de la compañía española.
La medida obliga a detener actividades comerciales, retirar publicaciones en redes sociales, desactivar la página web y abstenerse de usar cualquier elemento gráfico o identitario similar al de la marca colombiana.
El tribunal consideró que continuar con el uso de la marca podría causar un daño irreparable a la empresa fundada en Pereira hace casi cinco décadas.
La batalla legal escaló este año ante la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) y la Oficina Europea de Propiedad Intelectual (EUIPO).
Frisby Colombia denunció que la empresa europea utilizó de manera indebida su nombre, su identidad visual e incluso su emblemática mascota.
Ambas compañías intentaron negociar, pero no alcanzaron un acuerdo.
La marca colombiana formalizó una demanda por infracción de derechos de propiedad intelectual y por actos de competencia desleal.
Frisby España, por su parte, sostiene que su posición jurídica es sólida y que es titular de la marca en la Unión Europea. A través de un comunicado, aseguró que la decisión es “sorprendente”, pero anunció que presentará un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial.

Tras conocerse la medida, Frisby Colombia publicó un comunicado en el que destacó que el tribunal reconoció la vigencia de su marca en la Unión Europea y la notoriedad de la marca “Frisby” en España.
Según la empresa, las pruebas presentadas permitieron demostrar indicios de infracción marcaria y aprovechamiento de reputación.
Por eso, el tribunal impuso medidas claras:
La compañía agradeció la atención del público y reiteró su confianza en el proceso legal. También aseguró que informará avances “cuando sea oportuno y sin comprometer la confidencialidad”.
La orden judicial obligó a la empresa europea a aplazar la apertura que tenía prevista para diciembre.
Ahora, su nueva fecha tentativa es el 1 de marzo de 2026.
Charles Dupont, representante de Frisby España, expresó su sorpresa frente a la medida. Afirmó que la decisión afecta su operación, pues ya tenían proveedores e inversores listos para iniciar actividades.
“No lo entendemos”, señaló, argumentando que la marca colombiana no opera en Europa.
Sin embargo, para el juez, permitir la apertura en este momento podría perjudicar de manera irreversible a la marca colombiana.
El conflicto estalló en mayo, cuando varias cuentas en Twitter, Instagram y TikTok anunciaron la llegada del pollo Frisby a España.
Muchos creyeron que era la expansión oficial de la marca colombiana.
No lo era.
Frisby Colombia desmintió la información y aclaró que no tenía relación con el proyecto europeo. Desde entonces, la disputa escaló en instancias administrativas y judiciales.
Aunque no se ha pronunciado ampliamente sobre el caso, Frisby Colombia sí ha adelantado planes importantes en el país.
Para 2025, la compañía informó una inversión de 98.000 millones de pesos para abrir nuevos puntos en Medellín, El Retiro y Barranquilla.
El proyecto incluye la remodelación de varios locales, con el objetivo de fortalecer su presencia nacional y seguir apostando por experiencias significativas para los consumidores.
La disputa por el uso de la marca “Frisby” sigue en trámite ante tribunales españoles y europeos.
La medida cautelar representa una victoria temporal para la empresa colombiana, pero el proceso aún no tiene un desenlace definitivo.
Lo cierto es que, mientras avanza la batalla legal, el caso se convirtió en un ejemplo de cómo la propiedad intelectual, la reputación y la identidad de marca pueden cruzar fronteras y generar tensiones que van más allá del mercado.