Colombia
Horas después del fallecimiento del senador y excandidato presidencial, su esposa compartió unas palabras que han conmovido a todo el país.
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Creativa Digital
La partida de Miguel Uribe Turbay ha dejado un profundo vacío en la política y en el corazón de millones de colombianos. Su muerte, ocurrida en la madrugada del 11 de agosto tras más de dos meses en cuidados intensivos, no solo ha generado un fuerte rechazo a la violencia, sino también un momento de reflexión sobre su legado y la fuerza de su familia.
Entre las múltiples reacciones, destacó el mensaje de su esposa, María Claudia Tarazona, quien a través de Instagram expresó una despedida cargada de amor, fe y esperanza. Sus palabras no solo fueron un tributo a su vida en pareja, sino también una promesa de seguir adelante por el bienestar de sus hijos, convirtiéndose en un símbolo de resiliencia en medio del dolor.
En la publicación, Tarazona escribió: “Siempre serás el amor de mi vida. Gracias por una vida llena de amor, gracias por ser un papá para las niñas, el mejor papá para Alejandro”. También pidió a Dios fuerza para aprender a vivir sin él y le prometió que, tras cumplir su misión de cuidar a sus hijos, se reencontrarán para una “segunda oportunidad”.
El mensaje fue recibido como un testimonio de fortaleza y amor incondicional. Durante los más de dos meses que su esposo estuvo hospitalizado, Tarazona se mantuvo firme, acompañándolo en cada etapa de su recuperación y transmitiendo esperanza a familiares, amigos y seguidores.
El 7 de junio de 2025, Miguel Uribe fue víctima de un ataque armado mientras participaba en un mitin político en el parque El Golfito, en la localidad de Fontibón. Un joven de 15 años se acercó y le disparó en la cabeza, en un hecho que posteriormente se confirmó fue planeado por al menos cinco personas. El agresor fue detenido en el lugar y las investigaciones continúan.
Uribe fue trasladado a la Fundación Santa Fe, donde permaneció en cuidados intensivos. A pesar de múltiples intervenciones quirúrgicas, su estado se complicó por una hemorragia en el sistema nervioso central, lo que derivó en su fallecimiento a la 1:56 a.m. del 11 de agosto. Su partida provocó manifestaciones de duelo de diferentes sectores políticos, gremiales y ciudadanos, recordando su compromiso con una Colombia más justa y su talante de líder joven y dialogante.