Colombia
Desde barrios bohemios hasta miradores que quitan el aliento, la capital del Valle del Cauca se posiciona como destino imperdible para quienes buscan cultura, historia, buena comida y experiencias auténticas en Colombia.
Publicado:
Por: Juan Manuel Arias Montenegro
Creativo Digital
Cali, capital del departamento del Valle del Cauca, sobresale por su riqueza cultural, histórica y patrimonial.
La ciudad se ha consolidado como uno de los principales destinos turísticos del país, con múltiples opciones para quienes desean vivir experiencias urbanas, naturales y gastronómicas.
Por tal motivo, en el contexto del cumpleaños de Cali, Olímpica Stereo comparte los lugares que todo visitante debería conocer de la capital del Valle del Cauca:
Ubicado sobre una colina, el barrio San Antonio mezcla arquitectura colonial, calles empedradas y una animada vida cultural en un sector que conserva casonas antiguas, galerías de arte y coloridas tiendas de artesanías.
En las noches, los restaurantes y cafés ofrecen música en vivo y espectáculos de cuentería, que atraen tanto a locales como a turistas.
El parque San Antonio es un lugar de encuentro popular, ideal para caminar, observar el atardecer sobre la ciudad y disfrutar de la gastronomía típica, como los tradicionales pandebonos o empanadas vallunas.
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Cali cuenta con algunos de los templos más emblemáticos del suroccidente colombiano. Por ejemplo, la Iglesia La Ermita es reconocida por su arquitectura gótica e imponentes vitrales azules, está ubicada en pleno centro y se ha convertido en uno de los símbolos de la ciudad.
Otra visita obligada es la Iglesia de San Francisco, construida en el siglo XVIII, integra un conjunto arquitectónico destacado que también alberga el Museo de Arte Religioso.
Ubicado en el cerro de los Cristales, la estatua de Cristo Rey se levanta a más de 1.400 metros sobre el nivel del mar y con sus 26 metros de altura, es uno de los monumentos más reconocidos de Cali.
El mirador ofrece una vista panorámica que permite observar gran parte de la urbe y los paisajes del Valle.
Otro punto privilegiado es el mirador Sebastián de Belalcázar, una estatua dedicada al fundador de la ciudad y acompañada por senderos en medio de la vegetación, puestos de comida y balcones naturales.
El Bulevar del Río plantea una nueva forma de vivir el centro de Cali. Este corredor peatonal, construido sobre la Avenida Colombia, mezcla zonas verdes, fuentes de agua y espacios para actividades culturales.
Es también el sitio donde los caleños practican deportes, pasean y se encuentran con amigos, incluso, desde allí se accede a joyas arquitectónicas como el Teatro Jorge Isaacs o el edificio Coltabaco.
A lo largo del bulevar, distintas esculturas y murales reflejan la identidad caleña. La oferta de cafés y restaurantes lo convierten en una parada recurrente para quienes buscan opciones gastronómicas diversas.
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A orillas del río Cali se encuentra la escultura El Gato del Río, realizada por el artista Hernando Tejada.
La obra es un emblema del arte público en la ciudad, acompañada por esculturas denominadas Las Novias del Gato, creadas por diferentes escultores nacionales e internacionales. El parque es ideal para caminatas, fotografía y descanso bajo los árboles.
La Plaza de Cayzedo es el corazón histórico de Cali, rodeada por edificios emblemáticos como el Palacio Nacional y la catedral metropolitana, la plaza es testigo de la vida cotidiana y los principales eventos culturales y políticos de la ciudad.
El Centro Cultural de Cali agrupa espacios como el teatro, la biblioteca departamental y salas de exposición, presentando una variada agenda de conciertos, muestras de arte y talleres para todo público.
Recorrer Cali permite disfrutar la diversidad de la cocina vallecaucana, por lo que lugares como el restaurante Platillos Voladores y las tradicionales “casetas” de comida en el barrio Granada ofrecen desde platos típicos como el sancocho de gallina hasta innovaciones culinarias.
El sector de la Calle de la Escopeta o el parque del Perro también invitan a experimentar la movida nocturna y la creatividad de la cocina local, en un ambiente relajado y con música, en los que la salsa y la alegría caleña se reflejan en cada espacio.
Estas rutas y lugares convierten a Cali en una ciudad ideal para el turismo cultural, la exploración artística y el disfrute de la gastronomía y la naturaleza urbana.