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¿Su calentador de agua hace ruidos, presenta fugas o ya no calienta bien? Conozca las señales clave que indican que es hora de reemplazarlo y evite fallas.
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Creativo Digital
Tener agua caliente en casa es una comodidad esencial, pero el equipo que la provee no dura para siempre. Con el tiempo, los calentadores de agua pierden eficiencia, consumen más energía y pueden convertirse en un riesgo. Reconocer las señales de advertencia a tiempo le permitirá evitar fallas inesperadas, daños en el hogar y gastos mayores.
Prestar atención al funcionamiento diario de su calentador es clave para saber cuándo se acerca el final de su vida útil y es momento de planificar su reemplazo.
Un calentador de agua, ya sea de gas o eléctrico, tiene una vida útil promedio que generalmente se encuentra entre los 8 y 12 años. Si su equipo ya superó la década de funcionamiento, es muy probable que su rendimiento haya disminuido.
Aunque siga operando, un calentador antiguo puede consumir más gas o electricidad de lo necesario, lo que se refleja en facturas de servicios más altas. Considerar un cambio preventivo al llegar a este rango de edad es una decisión inteligente para optimizar el consumo y garantizar la seguridad.
Ciertas pistas pueden indicarle que el sistema está fallando internamente. Es fundamental no pasar por alto estos indicios para actuar antes de que ocurra una avería grave.
Si al abrir la llave de agua caliente nota que el líquido sale turbio, con un color marrón o rojizo, es un síntoma claro de corrosión dentro del tanque. Este óxido no solo afecta la calidad del agua, sino que también debilita la estructura del calentador.
La presencia de partículas o arena también es una mala señal, pues indica una acumulación excesiva de sedimentos. Este material endurecido en el fondo del tanque obliga al sistema a trabajar más para calentar el agua, reduciendo su eficiencia y vida útil.
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Cualquier rastro de agua o humedad en la base de su calentador es una alerta roja. Usualmente, esto significa que el tanque interno tiene fisuras, producto de años de expansión y contracción del metal.
Estas pequeñas grietas pueden parecer inofensivas, pero son irreparables y pueden provocar una fuga mayor de forma súbita, causando daños considerables en pisos y paredes. Ante la primera señal de goteo, es crucial apagar el equipo y contactar a un técnico.
Un calentador en buen estado debe operar de manera relativamente silenciosa. Si comienza a escuchar golpes, crujidos o retumbos provenientes del tanque, probablemente se deba a la acumulación de sedimentos endurecidos.
Estos depósitos minerales se sobrecalientan y circulan dentro del tanque, chocando contra las paredes internas. Este fenómeno no solo es molesto, sino que acelera el desgaste del metal y es un precursor de futuras fugas.
La función principal de su calentador es proveer agua a una temperatura constante y adecuada. Cuando esto deja de ocurrir, es una de las señales más evidentes de que algo anda mal.
Si nota que el agua tarda mucho más en calentarse, o que la temperatura máxima ya no es la misma de antes, es un indicio de que los componentes internos están fallando. Podría ser un problema con el termostato o una pérdida general de capacidad por la edad y el sarro.
¿El agua sale muy caliente por un momento y luego se enfría repentinamente? Esta irregularidad, además de ser incómoda, apunta a problemas serios en los mecanismos de control del calentador, lo que justifica una revisión profesional y, muy posiblemente, un reemplazo.
La vida útil de un calentador de agua es limitada. Ignorar señales como la edad avanzada, agua con óxido, ruidos inusuales, fugas o un rendimiento deficiente puede llevar a problemas mayores y costosos. Estar atento a estos indicadores le permitirá planificar un cambio oportuno, asegurando la eficiencia, seguridad y comodidad en su hogar.
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