Colombia
En diciembre de 1981, el Sonero Mayor se presentó junto a Héctor Lavoe y Piper Pimienta en el mismo escenario. El peso del cartel no fue suficiente para atraer espectadores.
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Por: Equipo de redacción
El 13 de mayo de 1987, la salsa perdió a uno de sus máximos exponentes: Ismael Rivera, 'El Sonero Mayor'. Aunque su música sigue viva, su paso por Cali quedó marcado por un único concierto en 1981. Paradójicamente, muchos salseros se dieron el lujo de no ir y el evento es recordado por la escasa asistencia. Este artículo revive aquel evento y explora las razones detrás de la falta de público.
Ismael Rivera nació en Santurce, Puerto Rico, el 5 de octubre de 1931. Su voz y estilo único lo convirtieron en un ícono de la salsa, con temas como "Las caras lindas" y "Dime por qué". Su capacidad para conectar con el público lo diferenciaba: cantaba desde el corazón para reflejar las penurias y alegrías del pueblo.
A pesar de sus graves problemas personales, Rivera mantuvo una humildad que enamoró a sus seguidores. Su música, arraigada en la cultura afrocaribeña, trascendió fronteras y llegó a Cali, donde ya era considerado un referente antes de su visita.
El 28 de diciembre de 1981, mientras tenía lugar la Feria de Cali, Ismael Rivera se presentó en el Coliseo del Pueblo junto a Héctor Lavoe y Piper Pimienta Díaz. El evento, convocado por el locutor Benhur Lozada, prometía ser histórico. Rivera cobró $7,000 dólares y se alojó en el Hotel Petecuy, sin hacer exigencias especiales.
Según información recopilada por el noticiero 90 Minutos, el repertorio de la noche incluyó clásicos, pero omitió canciones de su época con Cortijo por la complejidad de interpretar bombas y plenas. Aunque no fue su mejor velada artística, quienes estuvieron allí recordaron su conexión con el público y su energía en escena.
Sin embargo, la asistencia fue bastante menor de la esperada. Varias razones explican la baja asistencia. Primero, el Coliseo del Pueblo tenía mala acústica y quedaba lejos del centro de la ciudad.
Segundo, circuló el rumor de que Rivera "ya no era lo mismo". En efecto, el cantante lucía frágil porque llegó a Cali enfermo de cáncer. Tercero, la falta de promoción adecuada limitó el conocimiento del evento. Aun así, el concierto quedó en la memoria como la única vez que Cali vio en vivo al 'Brujo de Borinquen'.
Ismael Rivera falleció el 13 de mayo de 1987, a los 56 años, en brazos de su madre, Margarita Rivera, y en compañía de su hijo. Su muerte conmocionó a la salsa, pero su música siguió sonando en emisoras y discotecas de Cali, donde canciones como 'Mi negrita me espera' se volvieron himnos.
A pesar de sus excesos y problemas de salud, Rivera dejó un mensaje de autenticidad y resistencia. Su voz, única e irrepetible, sigue siendo un referente para las nuevas generaciones de salseros.
El concierto de Ismael Rivera en Cali pudo no haber llenado el Coliseo del Pueblo, pero su significado trasciende números. Fue un momento único para una ciudad que lo adoptó como propio. Hoy, a décadas de su partida, su música sigue viva en las calles, bares y corazones de los caleños.