Colombia
La aventura empieza en Pajarito En el corazón de Boyacá, entre montañas cubiertas de verde y senderos que invitan a perderse, se encuentra Pajarito, un municipio pequeño pero con un tesoro inmenso.
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Por: Equipo de Redacción
Redacción Digital
El Salto de Candelas, la cascada más alta del departamento. Para llegar hasta ella no basta con mirar un mapa. El camino es parte de la experiencia. Los viajeros recorren senderos que atraviesan bosques tropicales andinos, páramos y selvas húmedas, en un viaje donde cada paso revela un nuevo paisahe natural.
Cuando finalmente aparece el salto, el espectáculo es imponente: las aguas del río Cusiana se precipitan con fuerza desde las alturas, creando un rugido que se mezcla con el viento y la bruma, en un ambiente donde la naturaleza parece hablar con su propia voz.
El Salto de Candelas forma parte de la Reserva Forestal Natural del Santo Candelas, un área protegida donde la biodiversidad es protagonista. Aquí, además de contemplar la cascada, los visitantes pueden hacer:
El lugar tiene una importancia especial: en sus aguas cristalinas nace el río Cusiana, una de las principales arterias hídricas del centro del país. Cuidar este territorio es una prioridad, pues es una de las últimas reservas naturales de la cordillera oriental.
Quienes visitan Pajarito no solo llegan atraídos por la aventura del Salto de Candelas. El municipio ofrece fuentes termales perfectas para relajarse después de una caminata. Además, su gastronomía, influenciada por la tradición llanera, es un deleite para los amantes de la carne asada y los sabores auténticos.
Cada marzo, el Festival del Río Cusiana transforma el pueblo en un escenario de música, cabalgatas, reinados y mercados campesinos. Es la oportunidad ideal para disfrutar del folclor, la comida y las artesanías locales.
Visitar Pajarito es también una puerta de entrada a otros destinos inolvidables de Boyacá. Lugares como:
Son paradas imperdibles para quienes quieren conocer la riqueza cultural y natural del departamento.
Cada pueblo guarda su propio encanto: festivales, gastronomía típica, paisajes que quitan el aliento y una hospitalidad que hace que cada visita sea especial.
El Salto de Candelas es más que una cascada. Es una invitación a desconectarse del ruido, a escuchar el sonido del agua cayendo con fuerza, a caminar entre bosques donde la biodiversidad sigue intacta.
Quien llega hasta este rincón de Boyacá descubre que la aventura y la tranquilidad pueden convivir en un mismo lugar. Al final del viaje, lo que queda es la certeza de haber conocido uno de los secretos naturales mejor guardados de Colombia.