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A lo largo de su trayectoria, Paquita ha sido reconocida con múltiples premios, consolidándose como una voz influyente en la música ranchera y un símbolo de lucha para muchas mujeres.
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Francisca Viveros Barradas, conocida artísticamente como Paquita la del Barrio, ha sido una de las voces más importantes en la música ranchera y popular. Con su estilo inconfundible y letras cargadas de mensajes de empoderamiento femenino conquistó a millones de seguidores a lo largo de los años.
Nacida el 2 de abril de 1947 en Alto Lucero, Veracruz, Paquita tuvo una infancia marcada por el trabajo y la lucha constante. Antes de ser reconocida en la música, desempeñó diversos oficios, pero su pasión la llevó a mudarse a la Ciudad de México en busca de una oportunidad. En la década de los 70, empezó a cantar en bares y pequeños escenarios, hasta que su inigualable talento la hizo destacar en el género ranchero.
Entre su extenso repertorio, una de las canciones más representativas de su carrera es "Rata de Dos Patas", tema que se ha convertido en un himno para muchas mujeres que han sufrido traiciones y engaños. Su estilo directo y sin censura ha sido clave en la conexión con su público.
A los 15 años, Paquita comenzó a trabajar en el Registro Civil de su pueblo, donde conoció a su primer esposo, Miguel Gerardo Martínez. Él era 18 años mayor y, tras casarse, tuvieron dos hijos. Sin embargo, tiempo después descubrió que él ya tenía otra familia, lo que la llevó a tomar la difícil decisión de abandonarlo y buscar un futuro mejor.
Determinada a cumplir su sueño, dejó a sus hijos al cuidado de su madre y se trasladó a la Ciudad de México en 1979 junto a su hermana Viola. Allí formaron el dueto Las Golondrinas y comenzaron a presentarse en diferentes locales. Fue en uno de estos lugares, La Fogata Norteña, donde conoció a su segundo esposo, Alfonso Martínez. Aunque su relación duró hasta la muerte de Alfonso en 2001, también estuvo marcada por la infidelidad, un dolor que Paquita decidió perdonar.
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Las vivencias de Paquita la llevaron a convertirse en un ícono para las mujeres que han experimentado desamor y engaños. Su música no solo ha servido como desahogo para muchas personas, sino que también ha sido una voz de lucha contra el machismo y la desigualdad.
A lo largo de su trayectoria, ha sido galardonada con numerosos premios y homenajes en reconocimiento a su invaluable contribución a la música ranchera y su mensaje de fortaleza femenina. Su legado sigue vigente y su impacto en la industria musical perdurará por generaciones.
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