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Diomedes Díaz y Egidio Cuadrado tenían una relación cercana que iba más allá de lo profesional, basada en la confianza, la admiración mutua y una profunda amistad. Egidio Cuadrado fue uno de los acordeoneros más emblemáticos que tuvo el vallenato y Diomedes Díaz el cantante que se convirtió en una leyenda del género por su gran aporte al mismo.
Más allá de lo artístico, Diomedes y Egidio compartieron una relación personal cercana. Egidio estuvo presente en momentos importantes de su vida, como, por ejemplo, cuando “El cacique” presentó por primera vez una grabación para ser tenido en cuenta como cantante en Radio Guatapurí.
Cuando Diomedes Díaz visitaba a Egidio “la cosa se ponía buena”, aseguraba el acordeonero fallecido en 2024, pues las parrandas duraban dos y tres días, pero en medio de la festividad siempre se hacía presente la inspiración porque de ellas salía alguna idea o canción para Diomedes.
Pero era precisamente el exceso de fiesta lo que a la mamá de Egidio Cuadrado no le gustaba cada vez que Diomedes los visitaba.
“Ya viene el muchacho e’ porra ese a fregar la vida”, decía la progenitora de quien fue el acordeonero de Carlos Vives por más de 3 décadas.
Egidio defendía a Diomedes de su madre diciéndole que los dejara tranquilos porque iban grabar un disco. Pero ella respondía que no quería más cantantes en su casa, que le bastaba con que Rafael Escalona fuera el esposo de su hija.
La relación entre Diomedes Díaz y Egidio Cuadrado fue una mezcla de hermandad, profesionalismo y un amor compartido por la música vallenata que sigue inspirando a generaciones.
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