

Colombia
El cantante admitió que dejó pasar sus obligaciones impuestos, lo que llevó a la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales a embargar sus derechos musicales y frenar sus ingresos durante meses.
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Por: Juan Manuel Arias Montenegro
Creativo Digital

Diomedes Díaz, conocido como "El Cacique de La Junta", fue un ícono del vallenato que revolucionó este género musical y marcó la cultura colombiana con su voz y letras; sin embargo, más allá de su innegable legado artístico, Díaz enfrentó uno de los problemas fiscales más notorios para una figura pública en Colombia: el embargo de sus obras a manos de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) en 2012.
Este episodio no solo expuso la fragilidad de su fortuna, sino que puso en jaque la idea de riqueza inagotable asociada al cantante.
El 20 de abril de 2012, la Dian seccional Valledupar emitió una resolución drástica contra Diomedes Díaz Maestre, en la que ordenó el embargo de sus derechos sobre obras musicales y regalías, sentencia que incluyó “los derechos representados en sumas de dinero que a título de ejecución pública de obras musicales o regalías y que a cualquier título posea el contribuyente”, tal como reportó la resolución oficial.
Por su parte, Sayco (Sociedad de Autores y Compositores de Colombia) fue notificada para retener los pagos destinados al artista, congelando así el flujo de ingresos por su carrera.
La suma inicial que originó el embargo superaba los 51 millones de pesos, producto de obligaciones tributarias incumplidas durante varios años.
El propio Diomedes Díaz calificó el impasse como un “descuido”, admitiendo que pospuso sucesivamente el cumplimiento de sus deberes fiscales, lo que forzó a la autoridad tributaria a tomar medidas “drásticas”.
Esta medida evidenció la precaria situación financiera del mayor vendedor de discos en la historia de Colombia. José Zequeda, exmánager y allegado de Díaz, explicó posteriormente que el cantante vivió sus últimos años agobiado por una estructura económica colapsada.
Más allá de las regalías embargadas por la Dian, el Cacique soportaba deudas considerables, entre ellas una de 1.200 millones de pesos con Sony Music, dado que la disquera le había adelantado capital para costear enfermedades graves, como el síndrome de Guillain-Barré, y enfrentar procesos judiciales mientras sus bienes seguían bajo medidas cautelares.
Según Zequeda, para cuando Díaz falleció en 2013 a causa de un infarto agudo de miocardio, su deuda con la autoridad tributaria ya superaba los 100 millones de pesos.
Los altos ingresos generados en vida, que incluyeron anticipos multimillonarios por discos, como los mil millones recibidos por Título de Amor en 1993, se evaporaron entre demandas alimenticias, créditos urgentes y embargos estatales.
En palabras de Díaz recogidas en sus canciones, “si la tengo me la gasto, si no la tengo me la busco”, una filosofía que terminó chocando con la rigurosidad de la administración de impuestos.

A pesar del impacto mediático del embargo, el problema encontró una negociación temprana. Menos de un mes después de la resolución de la Dian, en mayo de 2012, Diomedes Díaz llegó a un convenio de pago que permitió normalizar parte de las obligaciones y levantar las restricciones sobre sus derechos musicales.
Este acuerdo no evitó que los problemas persistieran: tras su fallecimiento, los herederos y en particular Consuelo Martínez, su última esposa, continuaron afrontando reclamos de la Dian.
En 2020, Martínez denunció un cobro millonario, pues la entidad tributaria le requería declarar ingresos desde años anteriores, incluyendo montos que, según ella, no correspondían con sus condiciones reales de vida.
Las regalías por la música de Díaz, distribuidas entre sus herederos para los 80 años posteriores a su muerte, también han estado sujetas a disputas con entidades como Sayco, Acinpro y la misma Sony Music.
Al respecto, Martínez afirmó al programa La Red de Caracol Televisión que apenas en 2023 los hijos de Díaz empezaron a recibir lo que les corresponde, un proceso que aún demora debido a asuntos jurídicos pendientes.
La cualidad más paradójica del conflicto fiscal residía en la manera en que Diomedes Díaz cuidaba sus finanzas, pues su hijo, Martín Elías Díaz, narró en entrevista con Olímpica Stereo que su padre jamás utilizó cuentas de banco ni tarjetas: prefería ahorrar todo en efectivo y esconderlo bajo el colchón, desconfiando abiertamente del sistema bancario.
"Él decía que el banco le quitaba la plata", relató Martín Elías, que una vez encontró grandes fajos de billetes en la cama de su padre cuando era niño.
Esta costumbre subraya la brecha entre el ritmo frenético de generación de riqueza, más de 12 millones de discos vendidos y ganancias anuales millonarias en plataformas digitales, y la vulnerabilidad administrativa que terminó conduciendo al embargo.
Aunque la música de "El Cacique" sigue generando millones de pesos en regalías que sostienen a sus herederos, la leyenda también dejó como herencia una serie de conflictos fiscales y patrimoniales que todavía resonarán por décadas.