Colombia
Con 112 años, este campesino antioqueño es símbolo de vitalidad, memoria y vínculos familiares que desafían al tiempo.
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Por: Equipo de Redacción
Redacción Digital
En El Carmen de Viboral, un municipio del oriente antioqueño, todos conocen a Julio Enrique Saldarriaga Hernández. No es para menos. Con 112 años, este hombre ostenta el título de ser el colombiano vivo más longevo, validado por el Gerontology Research Group (GRG).
Pero su vida no es solo una cifra asombrosa. Es también la historia de un campesino que atravesó guerras, cambios políticos, epidemias y revoluciones tecnológicas, sin perder el buen humor ni la compañía de una familia que hoy suma 180 descendientes.
Don Julio nació en 1913, en Cocorná, cuando Colombia era otro país. A los diez años ya trabajaba quemando carbón y aserrando madera. Caminaba descalzo entre montes y veredas para vender el producto en los pueblos cercanos.
La receta para sobrevivir a ese trabajo duro y al humo constante no estaba en los libros de medicina, sino en la sabiduría popular: baños de aguardiente en la piel y hasta en la garganta. Un remedio casero que él sigue recordando con picardía.
Más tarde, cambió el carbón por la producción de tapetusa, un licor artesanal que fermentaba y destilaba para vender en las veredas. En esas travesías, según cuenta, hasta se topó con el “diablo pelietas” en los caminos nocturnos.
A los 17 años conoció a María Calista García, la mujer con quien se casó en 1935 tras un largo noviazgo. Juntos tuvieron 19 hijos y una descendencia que hoy alcanza seis generaciones.
María Calista murió cerca de los 100 años, pero la familia que ambos formaron sigue siendo el pilar de su vida. Hasta 2020, Don Julio paseaba por las calles de El Carmen con total autonomía. La pandemia redujo su movilidad, pero no sus ganas de conversar ni su espíritu social.
Ahora, sus hijas y nietas lo acompañan en su bar favorito, donde escucha música, comparte un trago de ron y recibe saludos de vecinos y visitantes que lo ven como una celebridad local.
Investigadores de la Universidad de Chicago y universidades colombianas coinciden en algo: los supercentenarios como Don Julio desafían las reglas del envejecimiento.
Estudios recientes apuntan a dos factores clave:
En 2023, varias universidades en Colombia lograron la secuenciación del genoma de personas centenarias. Este avance abre la puerta a comprender cómo la genética y el entorno influyen en la posibilidad de alcanzar una vida tan larga.