Colombia
Las agresiones sufridas por Leidy Pinzón, sumadas a amenazas y obstáculos legales tras el ataque, resaltan los constantes peligros para quienes subsisten en las calles del país.
Publicado:
Por: Juan Manuel Arias Montenegro
Creativo Digital
Los ataques callejeros continúan afectando a la población en las principales ciudades de Colombia.
Uno de los episodios más recientes involucró a Leidy Pinzón, una vendedora de dulces y bebidas mexicanas que fue agredida por otras vendedoras mientras trabajaba en una de las aceras en el centro de Bogotá.
Este caso dejó en evidencia la situación de riesgo que enfrentan quienes buscan su sustento en las calles y cómo el apoyo de la comunidad puede mitigar parte de las consecuencias de estos hechos.
Por tal motivo, Leidy Pinzón fue invitada a Temprano es Más Bacano para contar detalles del ataque violento que le dejó lesiones faciales y la pérdida total de su mercancía.
El incidente ocurrió cuando Leidy Pinzón realizaba una transmisión en vivo desde su puesto en el sector de La Séptima, en Bogotá, para promocionar su emprendimiento.
Durante la entrevista en Temprano es Más Bacano, Pinzón relató: "Mientras hacía el live, sentí una cachetada por la espalda… ahí empezaron las agresiones. Cuando me doy cuenta, me estaba agrediendo una, pero eran dos: mamá e hija".
Según su testimonio, una de las agresoras llegó a herirla en el rostro con un trozo de vidrio, lo que le generó cortes profundos y preocupación por el daño estético.
Las agresoras tenían antecedentes de conflictos con otros vendedores del sector por temas relacionados con la asignación de espacios públicos, por lo que Leidy Pinzón explicó: “No existe permiso formal para vender en el espacio público, se hace una asignación informal, pero los conflictos persisten entre quienes dependen de esas ventas”.
Las heridas sufridas forzaron a Leidy Pinzón a pasar por tratamiento médico especializado, incluido un proceso de recuperación dermatológica con láser para disminuir las marcas: "Ya estoy mucho mejor, los médicos han logrado mejorar el aspecto de las heridas".
Además de las afectaciones físicas, la vendedora señaló que recibió amenazas posteriores al ataque, lo que la obligó a abandonar temporalmente su punto de venta.
En cuanto a las consecuencias legales, Leidy Pinzón denunció dificultades para interponer cargos por tentativa de homicidio, ya que solo se admitió la denuncia por lesiones personales contra una de las agresoras, mientras que la otra continúa prófuga.
“A la que capturan solo le ponen lesiones personales porque solo me dio patadas. Me sueltan a las veinticuatro horas”, explicó Pinzón.
Tras el ataque, Leidy Pinzón evitó regresar a la calle por seguridad, pero durante ese momento crítico, el administrador de Neos centro y la comunidad del centro comercial, junto a influenciadores, le ofrecieron un espacio para continuar con su negocio y recibió una isla que ya tiene como nombre “Spicy Gumis” en el piso cero del centro comercial.
“Apareció el administrador del centro comercial Neo, don Yancer, junto a la firma y otros influencers, y me dieron una isla en el centro comercial Neo para continuar con mi emprendimiento”.