Colombia
Junto a Olímpica Stereo, el público capitalino disfrutó una jornada única llena de talento femenino, homenajes y ritmos colombianos, reafirmando la conexión entre los artistas y la alegría característica de la mayor fiesta musical del verano.
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Por: Juan Manuel Arias Montenegro
Creativo Digital
En la tarde del sábado 2 de agosto de 2025, miles de asistentes llegaron desde temprano al Parque Simón Bolívar ansiosos por vivir la apertura del Festival de Verano 2025 con el “Concierazo de Verano”.
La música vallenata y los ritmos populares se apoderaron del ambiente, en una cita donde Bogotá reafirma su conexión vital con el folclor y la diversidad musical del país, pues amigos, familias y turistas ocuparon cada rincón del parque, compartiendo la expectativa mientras la tarima principal se preparaba para dar inicio a la fiesta.
Las primeras notas retumbaron a las 2:00 p. m., cuando el cantante de música urbana Frezzeo subió a tarima, que interpretó varias canciones de su repertorio y clásicos del género.
Luego, el cantante de música popular Ciro Quiñónez subió al escenario y marcó la pauta del evento, pues con cerca de una hora cargada de energía, fusionó vallenato romántico y música popular para entregar éxitos como Que le Importa y La Peligrosa.
El público recibió con entusiasmo Regalada sales cara, coreando cada estribillo, y no tardó en ovacionar Escápate y otras composiciones que reflejan la versatilidad del artista cucuteño.
Los fanáticos alzaron las manos, se abrazaron y bailaron mientras Quiñónez agradecía la acogida y celebraba la oportunidad de abrir oficialmente el verano capitalino, pero era apenas el comienzo de una jornada que prometía emociones y momentos inolvidables.
Tras el primer intermedio, los Internacionales Rayos de México tomaron la tarima a las 3:50 p. m. y ofrecieron al público una hora de auténtica música norteña.
A lo largo de su presentación hicieron un paso por la música mexicana, incluso, dieron un guiño a la carrranga con la interpretación de La cucharita, pero desde el primer acorde de Billete Verde el ambiente se llenó de melodías tradicionales y modernas, reafirmando el lazo musical entre Colombia y México.
La Pitaya y Flor de Capomo conectaron con los asistentes, incluidos grupos de visitantes mexicanos y colombianos que bailaron y corearon las letras de las canciones mientras la agrupación liderada por Miguel Ángel Díaz Burciaga demostraba por qué es una de las bandas norteñas más apreciadas en el país.
Con el ocaso acercándose, Maía subió al escenario a las 5:10 p. m. La barranquillera entregó un repertorio festivo y sofisticado, en el que no faltó Niña Bonita, coreada masivamente y acompañada por flashes de celulares que iluminaban el parque.
Incluso, canciones como Se me acabó el amor y “Antídoto” añadieron un toque contemporáneo al evento, y en cada interpretación la artista dejó ver su calidad vocal y su capacidad para fusionar salsa, pop y sonidos caribeños.
Entre las familias y grupos de amigos circulaban comentarios sobre la potencia vocal de Maía y la frescura que aportó a la tarde capitalina.
Uno de los momentos más emotivos llegó a las 6:00 p. m., con el “Homenaje a Reyes” que reunió a varios artistas para rendir tributo a los grandes del vallenato, pues el público, entre aplausos, disfrutó de las interpretaciones que recorrieron la historia del folclore.
Entre las participantes estuvo la joven Majo Arias, reconocida por su talento con el acordeón que sorprendió a quienes no la conocían y reafirmó su promesa ante los seguidores del género.
Temas como Pegaito pusieron de pie a las nuevas generaciones, que ya encuentran en Arias un referente y en el Festival de Verano una plataforma para el relevo musical.
A las 7:20 p. m., Orlando Liñán apareció en la tarima principal con su inconfundible carisma, por lo que el cantante y actor nacido en Valledupar desplegó un repertorio en el que sonaron Por mi propia culpa, Locura de amor y El Romancero, mientras el público coreaba con emoción.
Liñán, agradecido, aprovechó su tiempo sobre el escenario para destacar la importancia del vallenato tradicional y la evolución del género en el contexto urbano.
Los aplausos y las ovaciones no cesaron, particularmente entre quienes han seguido su carrera desde los primeros pasos en la música hasta su consolidación como figura del género.
Cuando el reloj marcó las 9:00 p. m., la expectativa era máxima por la llegada de “Poncho” Zuleta que subió al escenario ante miles de asistentes que aguardaban el cierre magistral.
El público, que incluía desde adolescentes hasta adultos mayores, celebró la presencia del “Pulmón de oro” y entonó junto a él canciones que hacen parte de la historia de Colombia.
La gota fría, Mi hermano y yo y Tiempos de la cometa se mezclaron con el bullicio, los cantos y los gritos de emoción. Zuleta, con la autoridad que le concede su trayectoria, agradeció el acompañamiento y reiteró el valor del folclore, en un cierre que resumió el espíritu del festival: tradición, festejo y encuentro.