

Colombia
El doctor en física Jaime Forero, de la Universidad de los Andes, explicó el paso del cometa y la importancia de observarlo para obtener datos sobre la historia cósmica del sistema solar.
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Por: Juan Manuel Arias Montenegro
Creativo Digital

El cometa 3I/ATLAS, el tercer objeto interestelar conocido que visita el sistema solar, ha despertado el interés de astrónomos y público general por su recorrido excepcional, su posible origen y los interrogantes científicos y místicos que suscita.
Por tal motivo, en entrevista con Olímpica Stereo, el doctor en física Jaime Forero, profesor de planta de la Universidad de los Andes, compartió detalles sobre la importancia del estudio de estos objetos, el sentido existencial que evocan y los debates que se abren ante su inesperada presencia.

El 3I/ATLAS se distingue por su trayectoria hiperbólica, lo que implica que no está ligado gravitacionalmente al Sol y su paso será transitorio.
Su origen se ubica fuera del sistema solar, según explicó Forero, y se identificó como interestelar al analizar el pasado de su órbita, la cual revela una clara procedencia de las profundidades del espacio interestelar.
El científico enfatizó que la llegada de un objeto de este tipo ofrece una oportunidad única para investigadores y, aunque se han detectado previamente otros visitantes interestelares, describió lo improbable y valiosa que resulta la información que portan:
"Se convierte en ese fermento, en esa semilla, para darnos pistas de cuáles son nuestros orígenes, cuál es la historia de formación de nuestro sistema solar, por qué estamos aquí", manifestó Forero.
Lejos de representar un peligro para la Tierra, 3I/ATLAS se acercará, en su punto máximo, a 1,8 unidades astronómicas, equivalentes a unos 270 millones de kilómetros del planeta y alcanzará el punto más próximo al Sol el 30 de octubre de 2025, a 1,4 unidades astronómicas, casi 210 millones de kilómetros, justo dentro de la órbita de Marte.

El astrofísico precisó que "no existe una amenaza para nuestro planeta" y subrayó la importancia de la vigilancia astronómica no solo para la seguridad, sino para el descubrimiento de nuevas realidades físicas y químicas del cosmos:
"Primero hacemos una observación y luego intentamos interpretar qué pasa con esas observaciones", explicó Forero, que remarcó que la interpretación científica se basa en los datos que se van recolectando, usando la física, la química y la matemática como herramientas principales.
En opinión de Forero, las dudas sobre el origen exacto de 3I/ATLAS siguen abiertas, y la comunidad científica mantiene hipótesis diversas: "No sabemos cuál puede ser el origen seguro o el tiempo de formación, lo más seguro es que su tiempo de formación debe ser como el de nuestro propio sistema solar miles de millones de años"; sin embargo, los detalles de cómo se formó, su procedencia y su historia previa siguen sujetas a debate.
El docente recalcó que estos objetos pueden haber surgido en discos de formación planetaria de otras estrellas y, posteriormente, ser expulsados y lanzados al espacio interestelar.
La arquitectura gravitacional del universo, detalló, permite que objetos, aunque en casos poco frecuentes, viajen más allá de sus sistemas de origen para encontrarse, eventualmente, con otras estrellas y sistemas planetarios.

La detección de 3I/ATLAS es posible por el avance en instrumentos astronómicos y el desarrollo de algoritmos sofisticados.
Forero defendió que el aumento de observaciones de este tipo de cuerpos es una consecuencia no solo al progreso tecnológico, como la puesta en operación del telescopio James Webb, sino a la actitud exploratoria de la comunidad científica.
Además, argumentó que una vez se detecta un fenómeno inusual, los esfuerzos se intensifican para identificar más casos similares, enriqueciendo la visión científica del universo.
"El efecto acumulado de, si se quiere, estos sesgos cognitivos, la tecnología que avanza y la intencionalidad de desarrollar mejores algoritmos, mejores programas de detección, hacen que aparentemente aparezcan más", explicó el astrofísico.
En cuanto al futuro del cometa, el doctor Forero expuso que, tras su paso cercano al Sol, la predicción es que 3I/ATLAS continuará su trayecto hacia el espacio profundo y no volverá a entrar en el sistema solar, a menos que existan perturbaciones inesperadas.
El destino de su núcleo, si se desintegrará o permanecerá íntegro, sigue siendo materia de estudio: "¿Habrá desintegración o no?, sigue siendo objeto de debate. Diferentes partes de la comunidad dan diferentes respuestas, pero lo que seguro, creo que va a poder seguir siendo posible, es que por un tiempo más, vamos a poder seguir observándolo".
Añadió que las dudas actuales podrán despejarse a medida que avance la observación, apelando a la paciencia y a la persistencia investigativa: "Mi respuesta es: ‘No lo sé’, pero observaremos y lograremos, a través de la observación y la interpretación a través de la física y la química, y la matemática, encontrar las respuestas".

El carácter inusual de 3I/ATLAS ha planteado también preguntas sobre su verdadera naturaleza, por lo que Forero aludió a la discusión originada por figuras de la ciencia como Avi Loeb, que ha sugerido la posibilidad de que algunos objetos interestelares puedan ser sondas artificiales.
"Todo el mundo respeta mucho a Avi Loeb, él lleva una historia larga haciendo este tipo de cosas, no especialmente con extraterrestres, esto, entre comillas, sí es nuevo", comenzó por explicar el científico colombiano.
No obstante, Forero recalcó la naturaleza especulativa de esta línea de pensamiento y planteó una paradoja conocida en la astrobiología: aunque los cálculos probabilísticos sugieren que podría haber vida en otros lugares del universo, las evidencias de vida inteligente ajena a la Tierra aún no existen.
Forero destacó la contribución imaginativa de la literatura de ciencia ficción a este dilema, al mencionar la trilogía El problema de los tres cuerpos, que explora el riesgo de comunicarse con civilizaciones avanzadas y desconocidas.
Frente a la posibilidad de que 3I/ATLAS pueda tener un origen artificial, Forero reconoció: **"Hay un campo que dice que es una formación natural, no debida a otras civilizaciones. Y otro campo que dice: 'Es poco probable, pero ¿por qué no pensar que podría ser de otras civilizaciones que están explorando sus vecindarios?'"
Refiriéndose al impacto cultural y místico de estos fenómenos, Forero analizó la relación histórica de las civilizaciones con el cielo y los ciclos astronómicos, por lo que aseguró que: "Cualquier cultura terrestre tenía alguna relación con el cielo porque era la manera fundamental de tener calendarios y marcar épocas de siembra, de recolecta, asociado, por supuesto, a lo ritual".
El avance científico, según Forero, permite hoy descubrir e interpretar fenómenos cósmicos que anteriormente resultarían inaccesibles: "Tenemos una información con estos aparatos hoy en día, telescopios y detectores que dependen de propiedades sutiles de la mecánica cuántica, que en últimas nos traen información que antes, de alguna manera, no era accesible".
Por ahora, 3I/ATLAS representa un enigma y una oportunidad para que la ciencia recopile nuevos datos sobre la composición, la formación y el comportamiento de cuerpos surgidos fuera del sistema solar.
Como expresó Forero, el estudio de estos visitantes interestelares no solo incrementará el conocimiento sobre los orígenes cósmicos, también invita a reflexionar sobre nuestra posición en el universo y la probabilidad, aunque sea remota, de otros mundos y civilizaciones.