

Colombia
Una protección adicional, fácil de conseguir y colocar, ayuda a amortiguar y absorber el sudor, haciendo más cómodos los partidos.
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Por: Juan Manuel Arias Montenegro
Creativo Digital

Las ampollas representan uno de los inconvenientes más frecuentes y dolorosos entre quienes practican fútbol o corren, especialmente al estrenar calzado o jugar a gran intensidad, dado que la fricción, el calor y la humedad dentro del zapato son las principales causas de este problema, que puede obligar a los jugadores a interrumpir los entrenamientos o partidos.
Ante esta situación, Camilo Marín, creador de contenido, compartió a través de su cuenta de Instagram una inesperada, pero práctica solución empleada por futbolistas experimentados: el uso del protector diario femenino como medida, tanto preventiva, como de tratamiento para las ampollas.
Según explicó Marín en su video de Instagram, la pregunta llegó directamente de un seguidor interesado en encontrar una forma eficaz para tratar o evitar las ampollas.
Marín respondió revelando el método que él y otros jugadores aplican de forma regular: **“Esto que ustedes ven acá es lo que sirve para cuando usted ya tiene la ampolla o cuando siente que le va a salir la ampolla. Este es el santo remedio”.
El creador de contenido aclaró que se debe retirar la plantilla del zapato y colocar el protector en la zona que suele verse afectada; es importante, según Marín, utilizar protector diario y no toalla femenina, ya que las toallas son más gruesas y pueden apretar el calzado.
El proceso de formación de ampollas comienza con el calor y la fricción entre la piel, el calcetín y el calzado.
Este calor provoca sudoración, y el sudor, al no ser absorbido, incrementa el riesgo de daño a la epidermis por roce constante.
Según la explicación de Marín, la función principal del protector diario es que “absorbe ese sudor para que no se genere la ampolla por el calor y la fricción”.
Además de esta propiedad absorbente, el protector aporta un efecto acolchonado que ayuda a sentir el calzado más cómodo:
“El protector ayuda a amortiguar para que sientas el zapato más livianito, más acolchonado. Y si ya tienes la ampolla, para que no se te estalle, si jugando, se te estalló, el protector va a absorber eso y va a hacer que no sientas el dolor ni el ardor”, añadió Marín.

Las ampollas, según fuentes especializadas en running, se producen por una combinación de roce, calzado inadecuado y humedad, dado que el movimiento constante del pie dentro de un zapato muy ajustado o mal adaptado, unido a la humedad, ablanda la piel y hace más factible la aparición de lesiones.
Entre los consejos generales para evitarlas, destacan el uso de calcetines técnicos, llevar calzado adecuado con espacio suficiente, mantener los pies secos, incluso mediante polvos de talco, hidratar la piel para evitar la sequedad extrema, y vendarse los pies cuando se detecta un área propensa.