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Tras sus inicios junto al acordeonero Fernando Rangel, Martín Elías dio un giro importante en su carrera al asociarse con Rolando Ochoa, hijo del legendario Calixto Ochoa. Juntos, lanzaron álbumes como “La nueva historia” (2007), “Marcando la diferencia” (2008) y “Cosa de locos” (2009), sentando las bases para el éxito que vendría después.
El año 2010 marcó un punto de inflexión para Martín Elías y Rolando Ochoa. Con el lanzamiento de “El Terremoto Musical”, el dúo alcanzó un reconocimiento a nivel nacional, con éxitos como “Ábrete”, “La Gota”, “El Terremoto” y “El Complemento De Mi Vida”. Este álbum, que vendió 25.000 copias y les otorgó un disco de oro, consolidó su posición como figuras destacadas del vallenato.
En medio del éxito rotundo de “El Terremoto Musical”, Rolando Ochoa, consciente del potencial de Martín Elías, comenzó a alentarlo a encontrar su propio estilo musical. Ochoa, reconociendo la importancia de la innovación sin perder la esencia del vallenato, vio en Silvestre Dangond y Juancho De la Espriella un referente clave.
Inspirados por el éxito de Dangond y De la Espriella, Rolando Ochoa y Martín Elías incorporaron elementos del vallenato moderno a su sonido, fusionando ritmos rápidos con canciones románticas. Esta estrategia, similar a la que había impulsado a Dangond a la fama, buscaba conectar con un público más amplio y mantener el vallenato vigente en las nuevas generaciones.
Si bien la influencia de Silvestre Dangond es innegable en la evolución musical de Martín Elías, este último supo encontrar un equilibrio entre el homenaje a sus raíces y la creación de un estilo propio. Su voz, su carisma y su conexión con el público lo convirtieron en una figura icónica del vallenato, dejando un legado que continúa inspirando a artistas de todo el género.
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