Colombia
El reparto de bienes tras la muerte de un familiar puede derivar en conflictos legales que exigen la intervención de un juez.
Publicado:
Por: Juan Manuel Arias Montenegro
Creativo Digital
La repartición de bienes tras el fallecimiento de un familiar suele generar disputas entre los herederos. En Colombia, razón por la que los desacuerdos sobre herencias constituyen un escenario legal complejo en el que resulta clave conocer las alternativas y procedimientos establecidos por la ley.
En ese sentido, cuando no existe consenso entre los herederos, la vía judicial se convierte en la ruta obligatoria para dirimir los conflictos sucesorales.
La herencia es el proceso mediante el cual los bienes, derechos y obligaciones de una persona fallecida se transfieren a sus herederos, quienes regularmente son sus familiares directos, y en ese caso, la repartición puede ocurrir de tres maneras definidas por la legislación colombiana:
Si los herederos logran un acuerdo, pueden formalizar la repartición ante una notaría, en la que se expide un documento privado o una escritura pública que registra los términos pactados.
Cuando no hay acuerdo, el proceso debe seguirse ante un juez de familia, en la que la intervención de un abogado se vuelve obligatoria.
Por otro lado, si existe un contador testamentario nombrado por el fallecido, este profesional será el encargado de distribuir los bienes según lo especificado en el testamento.
En situaciones en la que los herederos no logran conciliación, la ley indica procedimientos claros, entre los que se encuentran, entre otros, verificar la legitimidad para reclamar la herencia, lo que requiere demostrar el vínculo con el causante, frecuentemente mediante el registro civil de nacimiento.
Posteriormente, se debe presentar una demanda contra los demás herederos ante la jurisdicción correspondiente, acompañando la petición con las pruebas necesarias sobre los hechos y la pretensión deseada.
En ese caso, el juez debe analizar los documentos, ordenar las pruebas y determinar la forma en la que se repartirá la herencia, así como los porcentajes que corresponden a cada parte involucrada.
Debe tener en cuenta que este trámite implica gastos adicionales como los de notaría, inscripción en registros y los honorarios del abogado a cargo del sucesorio, cuyo valor depende del profesional responsable.
El proceso judicial exige la representación de un abogado cuando los activos de la sucesión superan los 15 salarios mínimos legales mensuales vigentes.
Es posible que existan varios testamentos, y solo se invalidan partes de los anteriores cuando las disposiciones de los más recientes son contrarias o incompatibles.
Las autoridades requieren una serie de documentos para tramitar la demanda, entre los que se encuentran:
Es menester acotar que, según la ley colombiana, el derecho a reclamar la herencia prescribe a los 10 años.
El tipo de juzgado ante el cual tramitar la sucesión depende del valor de los bienes, pues para sucesiones cuyo monto supera los 150 salarios mínimos legales mensuales vigentes, el proceso corresponde al juez de familia del último domicilio del causante.
En casos de menor cuantía, por debajo de este monto, el conocimiento recae sobre el juez civil municipal o el juzgado de pequeñas causas y competencia múltiple.
Si inicia el proceso, debe tener en cuenta que ningún heredero podrá disponer de los bienes hasta que exista claridad sobre la repartición y todos los trámites legales hayan concluido.