Colombia
Hiram Santos sorprendió al recomendar palabras y expresiones colombianas que considera perfectas para enriquecer la vida cotidiana en México, resaltando su significado y profunda carga cultural.
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Por: Juan Manuel Arias Montenegro
Creativo Digital
La riqueza del castellano que se habla en Colombia ha llamado la atención de diversos creadores de contenido en América Latina; entre ellos, Hiram Santos resaltó recientes en un video las expresiones que, en su opinión, deberían incorporarse al vocabulario usado en México por su significado y fuerza expresiva.
Santos destacó la claridad y el ritmo pausado del castellano colombiano, características que lo distinguen de otras variantes regionales, así como su capacidad de incorporar regionalismos propios.
Dentro de la diversidad del idioma, el español de Colombia se reconoce por una entonación particular y la conservación de la /s/ al final de sílabas o palabras, en contraste con la tendencia a la elisión en el español caribeño o andaluz.
El uso frecuente del diminutivo "-ito/a" y la proliferación de regionalismos marcan la diferencia, acompañados de expresiones como chévere, parce o bacano.
El voseo existe en zonas como Valle del Cauca y Antioquia, pero predomina el ustedeo, incluso en contextos informales.
A través de su canal, Hiram Santos compartió las palabras colombianas que, según explicó, poseen significados amplios y resultarían especialmente útiles en la conversación cotidiana mexicana: "Hay tres palabras colombianas que a mí me encantaría que se utilizaran en México", comenzó por afirmar Santos en su video.
La primera palabra elegida es juicioso, utilizada en Colombia para describir a alguien aplicado, dedicado, inteligente y trabajador en una sola expresión: “En cambio, aquí en México solo se dice así: ‘Uy, qué dedicado eres’ o ‘Uy, qué aplicado, muy bien’, pero no decimos juicioso como tal”.
Santos también propuso la inclusión de la expresión bien pueda, un permiso cortés para permitir el paso o ceder un asiento: “Es una palabra muy bonita porque denota muchísimo respeto y a mí me encanta utilizarla”, explicó Santos, que ejemplificó diferentes escenarios en los que se usa en Colombia: “¿Puedo sentarme ahí? Bien pueda. ¿Puedo pasar? Bien pueda”.
La tercera propuesta es el uso frecuente de cómo así, una expresión de admiración o sorpresa ante situaciones inesperadas: “Aquí en México la cambiaríamos por el ‘no manches’ o el ‘no me digas’, pero esas palabras me gustaría que se implementaran en México”, señaló Santos, subrayando las diferencias de matiz que aportan estos colombianismos frente a sus equivalentes mexicanos.
El español colombiano cuenta con un repertorio extenso de palabras únicas que forman parte de la vida diaria.
Algunas de ellas son emblemáticas en situaciones de fiesta como guayabo: término utilizado para describir el malestar después de una celebración, que también puede asociarse a sentimientos de tristeza.
Otras son imprescindibles en el ámbito social, como rumbear: palabra empleada para referirse a salir de fiesta o bailar con amigos, y onces, un refrigerio habitual entre comidas, integrado en la rutina de muchos colombianos.
Entre los términos ligados a la vida cotidiana, pintadito destaca como la bebida cafetera en la que al café filtrado se le añade un poco de leche, mientras que cachucha designa a la gorra ligera que muchas personas emplean durante actividades al aire libre o deportivas.
Estos colombianismos, según la visión de Hiram Santos y la vivencia cotidiana en Colombia, representan una identidad distintiva y formas de comunicación cargadas de significado que podrían enriquecer el habla en otros países latinoamericanos.