Colombia
Si alguna vez te han dolido los oídos al despegar o aterrizar en un avión, no estás solo. Ese dolor incómodo tiene una explicación sencilla... y sí, tiene solución.
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Creativo Digital
Cuando el avión sube o baja, la presión del aire cambia rápidamente, y tu cuerpo necesita adaptarse. El problema es que, a veces, los oídos no logran hacerlo tan fácilmente, y ahí es cuando aparece esa sensación molesta, como si se te taparan o dolieran.
Lo que pasa es que dentro del oído hay un canal llamado trompa de Eustaquio, que se encarga de igualar la presión entre el oído y el ambiente.
Pero si estás resfriado, tienes alergia o simplemente esa trompa no hace bien su trabajo, se forma un desequilibrio... y ¡zas! Llega el dolor.
Aunque puede pasarle a cualquiera, hay quienes la pasan peor:
No hay que sufrir en silencio. Aquí te dejamos unos trucos sencillos que ayudan un montón:
Chicle, caramelos, tomar agua... cualquier cosa que te haga tragar ayuda a abrir el canal del oído y equilibrar la presión.
Cierra la boca, tapa la nariz y sopla suavemente. Sentirás cómo se destapan los oídos. ¡No lo hagas con mucha fuerza!
Los venden en farmacias y están diseñados para controlar los cambios de presión. Ideales si vuelas seguido.
Si estás congestionado, los oídos te van a hacer pagar. Mejor reprograma, o usa un descongestionante (consulta a tu médico primero).
Dormir durante el despegue o aterrizaje no es buena idea. Si estás despierto, puedes actuar a tiempo.
Tranquilo. La mayoría de personas con tinnitus o pérdida auditiva no tienen mayores problemas al volar. El efecto, si aparece, suele ser leve y temporal.
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Saber por qué duelen los oídos en un vuelo y cómo evitarlo puede hacer que tu viaje sea mucho más cómodo. Con unos trucos simples —como masticar chicle, usar tapones o hacer la maniobra de Valsalva— puedes evitar esa molestia tan común. Así que la próxima vez que subas a un avión, pon en práctica estos consejos y viaja sin presión… al menos en los oídos.