Colombia
Si conduce por las calles de la capital, tenga en cuenta que el protocolo vigente en choques simples sólo contempla la intervención de la autoridad cuando existen lesiones, fallecidos o circunstancias que impiden mover los vehículos.
Publicado:
Por: Juan Manuel Arias Montenegro
Creativo Digital
Los accidentes menores en las vías son parte frecuente de la movilidad urbana en Colombia, pues un choque simple, como lo define el Código Nacional de Tránsito, se registra cuando dos o más vehículos colisionan sin que se produzcan lesiones graves ni muertos, y solo hay daños materiales en los autos involucrados.
En Bogotá, la Secretaría de Movilidad y el Ministerio de Transporte han delineado pasos específicos para que los ciudadanos actúen correctamente ante estos hechos y contribuyan a una mayor fluidez en las vías.
Cuando ocurre un choque simple, es esencial mantener la calma y verificar que nadie esté herido, por lo que si no hay lesionados ni fallecidos, los involucrados deben iniciar un protocolo claro.
La gestión de estos incidentes cambió en octubre de 2022, con la Circular 20224000000057 del Ministerio de Transporte, sustentada en la Ley 2251 de 2022 (Ley Julián Esteban).
Dicha norma exige el retiro inmediato de los vehículos de la vía sin esperar a la autoridad de tránsito, siempre que no existan heridos o fallecidos, ni impedimentos para movilizar los autos.
La regulación busca evitar congestión vial y define que, en los casos en los que los vehículos queden inmovilizados o haya sospecha de embriaguez, los conductores sí pueden esperar la presencia de la autoridad.
El retiro rápido se flexibiliza si el vehículo no puede moverse por sus propios medios, en cuyo caso la remoción se realiza sin sanción.
La recolección de pruebas recae ahora principalmente en los interesados: propietarios, conductores y aseguradoras.
Fotografías, videos y ayudas audiovisuales constituyen la base para demostrar la ocurrencia del accidente y analizar las posibles causas ante cualquier reclamación, razón por la que el tiempo de permanencia en la vía debe limitarse estrictamente al necesario para este proceso.
Debe tener en cuenta que las compañías aseguradoras mantienen sus propios procedimientos para la atención de estos casos. La nueva ley no los modifica, pero exige la notificación a los asegurados sobre las herramientas y requisitos para la recolección de pruebas.
El choque simple, en cuanto ocasiona solo daños materiales, se considera un asunto entre particulares.
Si no es posible alcanzar un acuerdo inicial, las partes pueden acudir a un centro de conciliación o, de persistir la discrepancia, iniciar una demanda ante la jurisdicción ordinaria.
Las víctimas sin póliza de seguro también deben recabar pruebas para eventuales reclamaciones judiciales.
El Estado se mantiene al margen, salvo que existan lesionados, fallecidos, indicios de embriaguez o que alguno de los vehículos no pueda retirarse de la vía. En estos casos, la autoridad de tránsito interviene.
Tener un seguro todo riesgo no es obligatorio para aplicar la Ley de Choques Simples. La normativa funciona para cualquier accidente de tránsito con daños materiales, aunque los vehículos no tengan póliza vigente. El material probatorio servirá de base tanto para la conciliación como para el trámite ante aseguradoras o futuros procesos judiciales.
Las compañías aseguradoras tienen autonomía para determinar los mecanismos de recolección de pruebas y los protocolos de atención.
Es fundamental mantener al día la documentación y registrarla durante un choque simple para proteger los derechos y facilitar el proceso de conciliación.
La implementación de esta normativa tiene como fin garantizar una mayor fluidez vial y reducir los bloqueos por accidentes menores.
La responsabilidad recae ahora en los ciudadanos y en su capacidad de buscar soluciones rápidas y colaborativas, en línea con el objetivo de optimizar la movilidad urbana y facilitar la resolución de conflictos derivados de incidentes sin consecuencias graves.