Colombia
Conozca la historia de Nicolas Abreo que tras vivir en el exterior, está convencido de que su regreso al país fue la elección correcta para una vida plena.
Publicado:
Por: Juan Manuel Arias Montenegro
Creativo Digital
La historia de la migración colombiana es un relato complejo de búsquedas y sacrificios, pues durante décadas, miles de ciudadanos han emprendido viajes hacia tierras extranjeras, impulsados por la esperanza de un futuro más próspero, lejos de las dificultades económicas y sociales que a menudo aquejan al país.
Estados Unidos, España y diversas naciones latinoamericanas se han convertido en hogares temporales o permanentes para una diáspora que, si bien contribuye significativamente a las economías y culturas de sus países de acogida, no siempre encuentra la plenitud esperada lejos de su tierra natal.
Sin embargo, en este flujo migratorio también existe una corriente de retorno, individuos que, tras probar suerte en el exterior, deciden volver a sus raíces, buscando una calidad de vida que trasciende lo puramente económico.
Este es el caso de Nicolás Abreo, que, a través de un video en TikTok, compartió las razones que lo llevaron a regresar a Colombia después de vivir experiencias en Estados Unidos y Nueva Zelanda, y por qué está convencido de que tomó la decisión correcta.
La perspectiva de Nicolás Abreo es una mirada honesta y sin filtros sobre la vida del migrante, especialmente en Estados Unidos.
Según su testimonio, muchos colombianos que buscan un futuro mejor en el extranjero se encuentran con una realidad agridulce, dado que si bien las oportunidades laborales pueden existir y, en ciertos sectores, los ingresos pueden ser significativamente mayores que en Colombia, esta bonanza económica a menudo viene acompañada de un alto costo emocional y personal.
Abreo relató que la constante añoranza del hogar y la imposibilidad de ver a sus familias, especialmente para aquellos que permanecen en situación irregular, eran sentimientos comunes entre sus conocidos migrantes.
La promesa de ganar en dólares a menudo significaba renunciar a la libertad de viajar, de compartir momentos importantes con sus seres queridos y, en última instancia, de vivir la vida en sus propios términos.
"Realmente de las cosas que yo vi que tenían en común todas estas personas era que extrañaban mucho su casa, extrañaban mucho su tierra", aseguró Abreo en su video.
En ese sentido, la posibilidad de ganar "3.000, 4.000, 6.000 dólares mensuales" en trabajos como meseros o personal de limpieza era atractiva, pero la reflexión final de muchos era que permanecían en esos lugares impulsados por la necesidad económica más que por un deseo genuino de echar raíces allí.
La decisión de Nicolás Abreo de regresar a Colombia se basó en una pregunta fundamental: si otros podían generar ingresos significativos en trabajos considerados "sencillos" en el extranjero, ¿por qué él no podría lograr algo similar en su propio país?
Esta reflexión lo llevó a cuestionar el trueque implícito en la migración: intercambiar la libertad y la cercanía familiar por una mayor capacidad de ahorro.
"Mi conclusión, y pues realmente lo que me llevó a tomar la decisión de devolverme, es que si hay personas en la capacidad de hacer 3.000, 4.000 dólares haciendo un trabajo relativamente sencillo, ¿yo por qué no voy a poder hacerlo desde Colombia?".
Para Abreo, la libertad de poder hacer lo que quiera, de estar cerca de su familia y de tener la posibilidad de viajar por el mundo, tiene un valor incalculable que supera cualquier cifra en una cuenta bancaria extranjera.
Su motivación actual se centra en aplicar las habilidades y la determinación que observó en otros migrantes para generar ingresos similares desde Colombia, por lo que confía en que, con el conocimiento y los recursos disponibles, es posible alcanzar metas financieras importantes sin necesidad de desarraigarse.
"No creo que sea imposible, creo que la gran mayoría de personas están en las capacidades y hay suficiente conocimiento en internet y en un montón de fuentes que lo pueden llevar a uno a llegar a ese punto".
Su decisión de volver a Colombia y su convicción de que la libertad y la calidad de vida no tienen precio resuenan con aquellos que anhelan un futuro próspero sin tener que renunciar a sus raíces y a sus seres queridos.