Colombia
A pesar de las "red flags", MónicaGarcía decidió dar varias oportunidades a un hombre que resultó en experiencias decepcionantes.
Publicado:
Por: Juan Manuel Arias Montenegro
Creativo Digital
En la vertiginosa era digital, las citas a través de aplicaciones se han consolidado como una forma popular de conocer gente; sin embargo, detrás de la aparente facilidad y las promesas de conexión, se esconde una compleja red de riesgos que los usuarios colombianos deben enfrentar: desde la suplantación de identidad y el fraude hasta la preocupante posibilidad de encuentros con individuos con intenciones delictivas, como robos o agresiones.
La falta de verificación rigurosa en muchas plataformas facilita estos peligros, sumándose a las preocupaciones por el acoso y el abuso, especialmente hacia mujeres, y la vulneración de la privacidad de los datos personales.
Precisamente, una de esas historias que ilustran los desafíos de este ecosistema digital fue compartida por Mónica García en un video de TikTok, en el que relató su particular experiencia con un hombre que conoció a través de una aplicación, por lo que su testimonio es un claro llamado a la cautela y a "dejar de romantizar las citas por redes sociales".
Mónica, que confesó usar Facebook Parejas, Tinder y Bumble con "un total fracaso", decidió contar su primera y más llamativa anécdota. A este hombre lo llamó "Pedro" y lo conoció por Facebook Parejas.
La relación virtual comenzó prometedora: un mes de conversaciones intensas, videollamadas hasta altas horas de la noche y una paciencia inusual por parte de él, dada la ocupada agenda de Mónica trabajando en una mina.
El primer indicio de que algo no iba bien apareció un fin de semana en Medellín, pues Mónica le propuso verse en un centro comercial, a lo que Pedro respondió: "No, hoy no puedo porque hoy estoy muy ocupado y no tengo nada que hacer".
Una "primera red flag" que Mónica, con su tendencia a "dejar que las cosas pasen", decidió ignorar, abriendo la puerta a lo que vendría.
A pesar de la evasiva inicial, Pedro aceptó encontrarse con Mónica en el centro comercial, prometiendo que sería "un ratico".
Mónica lo encontró "físicamente súper lindo", y la conversación fluyó; sin embargo, la actitud de Pedro no acompañaba su atractivo: "El man no gastaba nada, o sea, no me preguntaba ¿quieres tomar algo?, ¿quieres comer?".
Fue ella la que tuvo que sugerir que pidieran algo, por lo que esa falta de "disposición, intención, cero de hacer algo" fue la "segunda red flag".
Mónica, decidida a no poner un peso, observó cómo él, a regañadientes, terminó pagando lo que consumieron.
La salida culminó con otro gesto poco caballeroso, dado que cuando Mónica le dijo que se iría en metro, Pedro, que tenía su moto cerca, solo le indicó el camino para que ella continuara sola: "Cero caballeroso, cero disponible, cero intención, cero todo".
A pesar de la decepción, Pedro le escribió disculpándose y atribuyendo su actitud a un "tema con su hijo".
Mónica, lamentablemente, "continuó creyendo en las personas", razón por la que llegó una segunda salida: un partido de fútbol de Colombia, pero, de nuevo, la falta de disposición de Pedro fue evidente.
En el bar, la situación empeoró; a pesar de su hambre, Pedro la dejó pagar su propia comida y aunque él pagó las cervezas y la llevó a casa, la experiencia dejó un sabor amargo.
Mónica admitió que la atracción y la buena conversación la llevaron a permitirle entrar a su casa esa noche.
Al día siguiente, Mónica le propuso a Pedro que la acompañara a hacerse unos piercings, a lo que él accedió, pero, a la mañana siguiente, Pedro "no me contestó el celular nunca más”, lo que tomó como una "cuarta Red Flag" que confirmaba la falta de compromiso.
Cuando Mónica lo confrontó, la respuesta fue evasiva: "Estoy ocupado, no quiero hacer nada", por lo que la indignación era palpable: "Nunca me dijiste que no podía, nunca me dijiste que no querías, nunca me dijiste nada".
Cuatro meses después, Pedro volvió a escribir, disculpándose y alegando problemas personales, solo para desaparecer de nuevo.
Mónica concluyó su relato con un llamado a la honestidad: "Sinceramente, esa primera experiencia fue horrible, o sea, ¿los manes por qué no te dicen lo que realmente quieren?, si no quieren una relación, no nos hagan perder el tiempo”.