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Sergio Vargas es una figura emblemática de la música latina, especialmente del merengue. Su trayectoria artística se remonta a las décadas de los 80 y 90, cuando el merengue dominicano estaba en su apogeo.
Vargas se destacó por su voz potente y su estilo interpretativo único, convirtiéndose en uno de los artistas más queridos y reconocidos de su generación.
Apodado como El Negrito de Villa, Vargas participó en el Festival de la Voz donde terminó en segundo lugar en 1981. Luego de esto, Sergio pasó a reforzar la orquesta "Los Hijos del Rey" como vocalista líder. Esta orquesta en sus inicios estaba liderada por Fernando Villalona y Raulín Rosendo. Fue en esta agrupación donde su popularidad empezó a crecer, tanto que la agrupación tenía clubs de fanes en Puerto Rico, Venezuela, Panamá y la costa Este de los Estados Unidos.
El artista cuenta que cuando estaba de camino hacia el festival de La Voz, iba hablando con Dios y le dijo:
"Señor, si tú logra, si yo logro importantizarme, te prometo que voy a ser buen ciudadano, voy a ser buen amigo, y que me convertiré en el suplidor de mi familia".
El cantante también prometió que construiría una casa que abastecería de comida y cosas que las personas necesitaran y estaría siempre a disposición de su pueblo.
“Si usted va a Villa, ahí está la casa, sin puertas para que cualquiera entre”.
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