Valledupar vibra con el Festival Silvestrista: música, nostalgia y una inyección económica

En Valledupar no solo suena el acordeón, también retumba el motor de la economía. El Festival Silvestrista, que se celebra desde el 29 de mayo hasta el 1 de junio, ha transformado a la ciudad en un epicentro de cultura, turismo y generación de empleo. Con una proyección de más de $61.981 millones en impacto económico, el evento se consolida como uno de los más importantes del país.

Según datos de la Secretaría de Desarrollo Económico de Valledupar, el festival dinamiza sectores estratégicos como la hotelería, el transporte, la gastronomía y el comercio. Solo en boletos se han vendido cerca de 30.000 entradas, con precios entre los $50.000 y $500.000, una muestra clara del fervor de los seguidores y del músculo financiero del espectáculo.

Pero no solo se trata de dinero. La esencia del festival es musical y emotiva. Silvestre Dangond, junto al acordeonero Juancho de la Espriella, revive su historia artística con ‘El último baile’, su último trabajo en conjunto tras una década de éxitos. Este cierre simbólico ha puesto en el centro al Parque de la Leyenda Vallenata, donde se esperan 49.080 asistentes en tres conciertos memorables.

"Este festival es más que una tarima, es un homenaje a nuestras raíces y a un pueblo que ha acompañado cada nota. Es una fiesta de agradecimiento." Asegura Lemir Becerra, miembro del equipo de Dangond.

La logística es de gran escala: se proyecta la movilización de 543 vehículos entre buses y transporte privado, así como 58 operaciones aéreas en el aeropuerto Alfonso López, 10 de ellas internacionales. La ciudad se viste de fiesta con actividades paralelas en espacios icónicos como Casa Silvestrista, La Fuente y el Parque El Viajero, donde la música, las carrozas y las camisetas conmemorativas mueven la economía informal y fortalecen el tejido social.

El evento ha generado 1.500 empleos temporales, 600 directos y 900 relacionados con actividades complementarias como producción, logística, ventas y servicios.

"Valledupar se posiciona como una ciudad de eventos. Este festival no solo cumple sueños musicales, también genera oportunidades reales", afirmó María Martha Lacouture, secretaria de Desarrollo Económico.

Más que una celebración, el Festival Silvestrista es una declaración: Valledupar no solo es cuna del vallenato, también es un polo de desarrollo cultural y económico que sigue creciendo al ritmo de su gente y su música.