Colombia
La compañía cumple seis décadas como referente en la agroindustria nacional, apostando por la innovación social y ambiental, mientras enfrenta retos estructurales como la sobreoferta, la competitividad y el futuro del arroz en Colombia.
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Por: Juan Manuel Arias Montenegro
Creativo Digital
Unión de Arroceros, una de las empresas líderes en la agroindustria del arroz en Colombia, está cumpliendo 60 años desde su fundación en 1965.
Creada por un grupo de 18 agricultores tolimenses, la compañía nació con la misión de procesar y comercializar la producción de sus cultivos de manera directa.
Hoy es conocida bajo las marcas Unión de Arroceros S.A.S. y Arroz Supremo S.A.S., se ha consolidado como protagonista del sector gracias a sus modernas plantas en Tolima y Casanare y un equipo de 450 colaboradores.
En el contexto de la celebración, la compañía lanzó una edición especial de arroz elaborada con grano cultivado en la meseta de Ibagué, por lo que según Daniel Ruiz Worth, gerente de Sueños y Estrategias de Unión de Arroceros, la nueva línea responde a un compromiso con la sostenibilidad y la adopción de buenas prácticas agrícolas.
Este arroz proviene de cultivos certificados con Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) y está diseñado para ser social y ambientalmente responsable.
Al respecto, Ruiz Worth afirmó, en entrevista con Ecos del Combeima, que el objetivo no es solo neutralizar el impacto ambiental, sino avanzar hacia una operación “carbono positiva”.
Por tal motivo, la apuesta consiste en un grano único de alto rendimiento que contribuiría a la recuperación ambiental, con la visión de que “grano a grano vamos salvando el planeta”.
Desde su origen, Unión de Arroceros ha puesto énfasis en el bienestar de sus empleados a través del programa “Construye tu futuro Supremo”.
Esta iniciativa, vigente desde 2015, impulsa el desarrollo personal y profesional de sus colaboradores mediante siete comités dedicados a temas como educación, salud y vivienda.
El comité de vivienda, por ejemplo, asesora y facilita el acceso a la primera vivienda para sus empleados y desde hace dos años, también para sus clientes, hasta la fecha, los 450 empleados han sido beneficiados por alguno de estos programas.
El modelo empresarial se sustenta en una cultura organizacional que potencia el empoderamiento, el pensamiento positivo y la innovación, por lo que la meta es alcanzar la excelencia en todos los procesos y promover un impacto social y ambiental positivo.
Las instalaciones de Unión de Arroceros cuentan con tecnología avanzada que permite optimizar el procesamiento del grano.
En Tolima se ubican tres plantas y en Casanare una más, que representa el 50% de la producción total de la compañía, lo que garantiza la entrega de un producto de alta calidad y el cumplimiento de estándares de inocuidad, responsabilidad social y seguridad laboral.
En la actualidad, el sector enfrenta una crisis provocada por la sobreoferta de arroz, por lo que, según Ruiz Worth, durante dos años consecutivos el país ha sembrado un 20% más de lo necesario, lo que ha provocado un excedente de cerca de 500 mil toneladas de arroz paddy seco.
El directivo señaló la urgencia de que el gobierno compre estos excedentes y los exporte, o los almacene para regular el mercado, práctica habitual en países como Tailandia.
Ruiz Worth advirtió sobre las dificultades que enfrenta la industria molinera local, golpeada por contrabando y la entrada de arroz importado, factores que presionan los precios al alza para los consumidores.
También cuestionó la falta de avances de Fedearroz en productividad, pese a los recursos recibidos en dos décadas, y llama a fortalecer la cadena productiva liberando monopolios y promoviendo la competitividad.
El arroz, elemento esencial en la dieta colombiana, representa una fuente de empleo y sustento para miles de familias.
Su producción ha evolucionado gracias a la tecnificación y la innovación adoptada por empresas como Unión de Arroceros, que ha combinado la preservación de la tradición arrocera con buenas prácticas agrícolas y responsabilidad social.
La celebración de los 60 años de Unión de Arroceros no solo destaca su relevancia en el sector, también la importancia de garantizar un futuro sostenible para este cultivo, fundamental en la identidad y economía agraria del país.